Para Sergio Massa, los días que se vienen serán decisivos para su futuro político y electoral. Después de confirmar que el Frente Renovador participará del Frente de Todos en las elecciones, el ministro de Economía ahora definirá su candidatura presidencial con el número de la inflación de mayo, por un lado, y con el acuerdo “casi listo” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el otro.
El hecho es que después de tantas idas y vueltas en los últimos tiempos entre el Gobierno y el organismo financiero, ahora se empezó a transitar la letra chica del acuerdo.
Así, en los próximos cuatro días, los funcionarios de Massa que llevan adelante las negociaciones deberán cerrar los puntos técnicos de un pacto refundado que le reconozca al país el impacto de la sequía y le otorgue más herramientas para controlar su economía.
Con esas garantías en mano, el ministro viajaría a Washington a poner la firma, pero lo apuran dos cuestiones clave: el del próximo vencimiento y la posibilidad de entrar en default; y el cierre de listas previsto para el 24 de junio.
El viaje a Washington del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, “sigue en pie” para fines de esta semana: sería el jueves o el viernes.
Mientras, ya es casi un hecho que el titular del Palacio de Hacienda se subirá al avión “cuando se terminen las reuniones por Zoom”. En principio, lo haría entre la noche del 20 y la mañana del 21, después de abrir la válvula del gasoducto Néstor Kirchner por primera vez en Vaca Muerta, otra de las fotos que busca sumar a su álbum de presidenciable.
Por lo tanto, si Massa logra cerrar el acuerdo, la Junta Directiva del Fondo recién aprobaría las nuevas condiciones en los primeros días de julio. De ahí que el Gobierno prepara una cancelación parcial de ese vencimiento venidero con Derechos Especiales de Giro (DEG), la moneda del FMI, remanentes.
Cerca del ministro destacan que, con ese pago simbólico a modo de “gesto” de buena voluntad, significaría que el organismo que dirige Kristalina Georgieva postergue la fecha, tal como lo hizo en marzo último.
Fuentes de su entorno más cercano confiaron que las negociaciones con el FMI “vienen bien”, después de que en la jornada del lunes se hayan registrado “bastantes avances”.
De esa manera, encadenará un mes de noticias positivas, que incluirán el acuerdo con China, el control de la corrida cambiaria y el freno a la curva ascendente de la inflación.
En otras palabras, si todo sale bien, se espera que Argentina reciba el próximo desembolso y logre además un adelanto de dinero para lo que resta del año, que en total superan los 10.000 millones de dólares.