Cristina vuelve a barajar y dar de nuevo a partir de la dura derrota del peronismo en Chaco

La vicepresidenta Cristina Kirchner analiza nuevas alternativas en Unión por la Patria a partir de la dura derrota del gobernador Jorge Capitanich en la provincia de Chaco, donde el rol de los medios hegemónicos encabezados por La Nación, Clarín, TN y LN+ se instalaron en la provincia para  machacar una y otra que el gobernador era el responsable directo por el femicidio de Cecilia  Strzyzowski.

Cristina estaba convencida que era necesario una lista de unidad pero la aparición de Daniel Scioli con la decisión de participar en las PASO la llevó a analizar nuevas alternativas. En un principio dejo todo el armado en la provincia de Buenos Aires a Máximo Kirchner quien intentó poner un piso del 40% para que el sciolismo claudicara, pero la decisión de Aníbal Fernández de llevarlo a la justicia electoral lo obligó a aceptar un piso del 30% para la minoría con un duro comunicado del PJ bonaerense.  Cómo consecuencia, Máximo exigió que la lista que presentara el candidato presidencial deberá usar la “i” latina donde cada candidato presidencial deberá completar todas las categorías: gobernador, legisladores nacionales, provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares.  Un posición extrema donde obliga a una interna arriba y abajo, con lo cual puede haber mucho ruido.

La vicepresidenta, a partir de la dura derrota de Capitanich por el rol de los medios hegemónicos, vuelve a analizar la posibilidad de incorporar la “Y” griega, que permite que haya unidad abajo y solo discusión para la presidencial. Eso quiere decir que habría un solo candidato a gobernador, una sola lista de diputados nacionales con 3 legisladores del sciolismo en los primeros 15 lugares, lista de unidad para legisladores provinciales y unidad en los municipios, con lo cual habría dos boletas iguales, menos para el candidato presidencial. 

Cristina analiza que el rol de los medios hegemónicos pueden hacer mucho daño en la interna de Unión por la Patria cómo lo hizo en Chaco. Se imagina cada candidato de concejero escolar para arriba insultándose en la interna y fogoneado por Clarín y La Nación. Cómo argumento se observa por estas horas que dirigentes del kirchnerismo duro salieron a cuestionar la lista del sciolismo, incluso algunos a tratarlo de ‘traidor’ o pedirles que ‘se vaya a Juntos por el Cambio’. Este estilo de Daniel de hablar bien de todos, en este caso de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta,, irritó con razón a los sectores del kirchnerismo.

De allí que con Scioli cómo candidato y pensando en una lista en común vuelve a surgir el nombre de Axel Kicillof, un dirigente con muy buena imagen que ganaría cómodamente la interna a Daniel Scioli. Por ahora el gobernador bonaerense mantiene silencio pero ya dijo que prefiere ir por la reelección y muestra números que ningún otro dirigente en la provincia suma tanto, por lo cual se corre el riesgo de perder Buenos Aires.

Sergio Massa por estas horas está descartado ya que no logró controlar la inflación y no puede cerrar el acuerdo con el FMI que presiona para una devaluación del dólar oficial. Por último está Eduardo “Wado” de Pedro, un buen candidato, parte de la generación diezmada, pero todavía con poco recorrido.

Cristina Kirchner analiza en El Calafate la mejor alternativa para Unión por la Patria, con una interna que no sea sangrienta y que le permita caranchear a los medios hegemónicos, para llegar fortalecidos a las elecciones del 13 de agosto. Cómo decía el genial Arturo Jauretche en su libro Barajar y dar de Nuevo:  “Hay que actuar en dirigente revolucionario y no en dirigente electoral, porque se trata de la disputa del poder. No podemos incurrir en el error de los radicales en 1945 y eso le ocurrirá fatalmente al que haga política en función del pasado. Por cuidar los votos, ellos se quedaron parados y cuando se dieron cuenta, los votos se habían ido. No importa dónde están los votos ahora. Importa dónde estarán para ejecutar un programa. El que está atento solo a lo que piensa la gente hoy, se quedará al margen de lo que pensará la gente mañana y aquí está la clave para saber quién es dirigente o no”.