Como consecuencia de la fuerte sequía que afectó al sector agropecuario y perjudicó al país, el Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para este año, al estimar que la economía argentina caerá 2,5 %, pero a la vez mejoró sus proyecciones para el 2024, al calcular que se recuperará de manera significativa en un 2,8 %.
El Fondo dio a conocer su informe Perspectivas de la Economía Mundial (World Economic Outlook – WEO), desde Washington, en el cual aseguró que el PBI del mundo se desacelerará del 3,5 % registrado en 2022 al 3 % este año y el próximo, lo cual da cuenta de cuál es el momento que atraviesa la economía global.
Durante una conferencia de prensa, el economista jefe del organismo, Pierre Olivier Gourinchas, reconoció que “la Argentina atravesó una situación muy difícil por la sequía” durante este período, y señaló que “se prevé una tasa de inflación para 2023 de 120 %”, que requiere la “moderación de la tasa” mensual para alcanzar esa cifra.
El organismo internacional, que recientemente anunció junto a la Argentina el preacuerdo para modificar el programa vigente, advirtió que el país sufrirá una recesión del 2,5 % este año, con lo que redujo su pronóstico previo sobre el país, que en abril marcaba un muy leve crecimiento del 0,2 %. En cambio, el cálculo para el año próximo mejoró sensiblemente al pasar del 2 % estimado hace tres meses al 2,8 %.
Por otra parte, indicaron que la inflación podría llegar al 120 %, frente al 88 % que habían calculado tres meses atrás, en su informe de WEO.
En tanto, para América Latina, el FMI espera que la región crezca 1,9 % en 2023, lo que supone una mejora de tres décimas respecto de las últimas proyecciones del organismo publicadas el pasado mes de abril. En cuanto al contexto global, se prevé que el crecimiento caiga de un 3,5 % estimado en 2022 a un 3 %, tanto en 2023 como en 2024.
El organismo multilateral se refirió en el WEO, denominado en esta ocasión “Resiliencia a corto plazo – Retos persistentes”, al bajo nivel de crecimiento mundial para este año y el próximo.
“Si bien el pronóstico para 2023 es ligeramente más alto de lo previsto en la edición de abril, sigue siendo débil según los estándares históricos”, indicó el FMI. La revisión al alza de las perspectivas de crecimiento para la región de América Latina obedece a un crecimiento más fuerte de lo previsto en algunos grandes países como Brasil o México, cuyas economías se han visto impulsadas por el sector agrícola o el sector servicios.
América Latina será así una de las regiones que menos crezca tanto en 2023 como en 2024 dentro del grupo de las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Sin embargo, a nivel global tendrá un mejor desempeño económico que la Eurozona, cuyo PIB aumentará 0,9 % en 2023, o superior al de Estados Unidos, que crecerá un 1,8 %.