Ante el resultado de las pericias que terminaron confirmando la manipulación de los cuadernos, en el marco de una causa burdamente armada que ya lleva cinco años, Cristina Kirchner pidió que el peritaje oficial que confirmó que el ex policía Jorge Bacigalupo manipuló los cuadernos adjudicados a Oscar Centeno se incorpore a la causa central de esta farsa.
La solicitud de la vicepresidenta, a través de sus abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, obedece a que los estudios que realizaron la división de Scopometría de la Policía Federal y expertos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA a pedido del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, se dieron en una causa paralela a la central, donde se investiga la manipulación de los anotadores.
Días atrás se confirmó que Bacigalupo había adulterado al menos dos de los tres cuadernos analizados. Se trata de un caso que se abrió en abril del año pasado por una denuncia del empresario Armando Loson.
En un escrito dirigido al Tribunal Oral Federal Nº 7, que tiene el caso principal de Cuadernos donde nunca se realizó un peritaje de los anotadores, los abogados de CFK se hicieron eco de las novedades, por lo que pidieron a los jueces que actúen por tratarse de “un hecho nuevo”.
Al respecto, Beraldi y Llernovoy indicaron al tribunal que tomaron conocimiento por distintos medios periodísticos de los dos estudios que se realizaron a pedido del juzgado federal Nº 8. “La experticia practicada por la División Scopometría de la Policía Científica de la Policía Federal Argentina determinó que Jorge Bacigalupo efectuó correcciones y sobre-inscripciones en los referidos ‘cuadernos’, modificando nombres y fechas allí consignados”.
Y agregaron: “Por su parte, el estudio elaborado por expertos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires estableció que en la confección de los ‘cuadernos’ peritados intervinieron distintas personas y que el lenguaje utilizado en muchos de sus pasajes no se corresponde con el propio de Centeno, lo cual evidencia que tales tramos fueron dictados por terceros”.
En tanto, plantearon que “sin perjuicio de las medidas que corresponda adoptar respecto a los responsables de estos gravísimos episodios y no obstante las diligencias probatorias convergentes que ya han sido requeridas por nuestra parte” -entre las que se destaca el pedido para que se realice un peritaje de todos los cuadernos en la causa central-, “solicitamos que se oficie al Juzgado N° 8 del fuero, a efectos de que remita copia de los estudios periciales antes referenciados”.
“Ello, en procura de garantizar el ejercicio del derecho de defensa en juicio y, por sobre todas las cosas, arribar a la verdad objetiva y esclarecer tanto los hechos aquí imputados como las circunstancias que rodearon la génesis de este proceso”, añadieron Beraldi y Llernovoy.
Para los abogados de CFK, de acuerdo al peritaje de la División Scopometría de la Policía “surge la intervención del Sr. Jorge José Bacigalupo en la confección de las leyendas agregadas y enmendadas existentes en (el) cuaderno 7” (etapa 2013/2015) y el cuaderno 4 (período 2008/2009) en lo que hace a los nombres de “Armando”, de “Ing. Ferreyra” y a direcciones como “Alem 855”.
Las referencias son a los empresarios Armando Loson y Gerardo Ferreyra, ambos involucrados en el caso Cuadernos. Ferreyra estuvo detenido un año y medio por los hechos que le adjudicaron. Los peritos de Bacigalupo aceptaron la conclusión del estudio. Este peritaje se hizo sólo sobre 3 de los 8 cuadernos, y específicamente sobre esas palabras clave.
Por eso mismo, en su escrito al TOF 7, los abogados de la vicepresidenta recuerdan que en la misma causa que tiene Martínez de Giorgi hay un peritaje privado que hizo el denunciante Loson, que ya “había determinado la existencia de aproximadamente 1.600 alteraciones de texto en las inscripciones de los ‘cuadernos’”.
Y solo en los cuadernos 4, 7 y 8, que es donde se encuentran los fragmentos que involucran a Loson. Martínez de Giorgi avanzó luego con un peritaje oficial que confirmó las conclusiones de ese estudio privado. Fue devastador: confirmó las más de 1.600 irregularidades, que incluyen sobreescrituras, uso de liquid paper y tachaduras. Ahora se sabe, por otro estudio ordenado por el magistrado, que al menos Bacigalupo participó de esa adulteración.
Hay que recordar que este voluminoso expediente fue elevado a juicio por el fallecido juez Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli, a partir de la operación montada por el diario La Nación, a través del “periodista” Diego Cabot, que fue quien les entregó las fotocopias de los supuestos cuadernos, para que llevaran adelante toda esta maniobra.
El hecho es que ni Bonadio ni Stornelli ni los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi designados a dedo por Mauricio Macri aceptaron nunca peritar los cuadernos. Recién ahora, después de 5 años es lo que ocurrió, y la causa principal, que está en manos de un tribunal donde Macri puso otro juez a dedo, Germán Castelli, se caerá inexorablemente si aceptan este reclamo de Cristina Kirchner.