De los cinco candidatos presidenciales que se presentaron en las elecciones del 22 de octubre último, Javier Milei fue quien porcentualmente, necesitó más fondos por parte del Estado para su campaña.
El postulante ultralibertario, que justamente montó su discurso en base a un brutal achicamiento del Estado, apenas financió todos sus gastos electorales con un 12,5% de donaciones privadas. El resto de los $ 455 millones utilizados por La Libertad Avanza(LLA) en actividades proselitistas, es decir el 87,5%, proviene de aportes oficiales.
El dato se desprende de los cálculos provisorios que constan en los informes de financiamiento previos que cada alianza presentó ante la Cámara Nacional Electoral (CNE), como antesala de la entrega de los balances finales.
El frente libertario calculó ingresos estatales por $ 397.859.930 -la mayor parte para la confección de boletas- y otros $ 56.997.721 de donaciones. Al igual que en las PASO, Sebastián Braun, de la familia dueña de La Anónima, con $ 8 millones, volvió a ser la persona física que registró el aporte principal. Por el lado de las empresas, apenas figura la firma Sistem Melesur Argentina.
Es sabido que, por ley, el Estado financia a los partidos a través de los espacios gratuitos de publicidad por los medios de comunicación, como así también con la impresión de boletas.
El resto de los fondos se asignan para lo que se denomina “aporte extraordinario de campaña”, es decir, el financiamiento del Estado para que las agrupaciones desarrollen la campaña política.
En este caso, para gastos operativos de campaña LLA anotó $ 278.502.478 y para publicidad electoral, $192.297.757. El espacio libertario consignó $ 179.683 por aportes de “otros órganos o distritos”. En total, con $ 475.539.161 de egresos, la candidatura de Milei recaudó $ 455.037.335 para los comicios generales; es decir que quedó con un rojo de $ 20,5 millones.
En tanto, Patricia Bullrich no sólo fue la que más plata gastó –y que no se vio reflejado precisamente en el resultado, ya que terminó tercera, lejos de Massa y Milei-, sino que también fue la candidata que mayor recaudación privada consiguió.
El 52% del total de su campaña fue costeada por aportes estatales, mientras que el 48% restante fue producto de transferencias de individuos y empresas. El informe de JxC consignó ingresos por $ 1.253.817.281, compuestos por $ 659.525.302 de fondos públicos; $ 589.910.334 de donaciones y $ 4.381.644 de “otros aportes”. La coalición opositora declaró que gastó todo, así que no le faltó ni le sobró un peso.
Entre sus principales donantes aparecen, entre otras firmas, Supervielle Asset Management e Inversiones Urbanas Nuevo Milenio (con $ 40 millones cada firma), Global Valores SA (con $ 25 millones) y Massalin Particulares SRL, Promtex Argentina, Florida Grill & Bar y Securitas Buenos Aires ($ 6 millones cada una).
En gastos operativos, JxC consignó $ 345.161.522 y $ 908.499.823 en publicidad electoral.
Finalmente, Unión por la Patria declaró que la campaña de Sergio Massa costó $ 926.621.216, por lo que le sobraron $ 86.166. El 78% de sus ingresos fueron estatales ($ 722.510.882) y el 22% privados ($ 204.196.500). El frente del candidato oficialista anotó gastos operativos por $ 359.792.998 y $ 548.320.943 en publicidad electoral.
Entre sus aportantes privados también figura Massalin Particulares con $ 5.000.000, la misma empresa que donó a JxC. La Cámara de Depósitos Fiscales fue la mayor aportante jurídica, con $ 13,5 millones. Entre las personas sobresale Francisco De Narváez: el empresario y ex diputado es, por lejos, el mayor aportante individual de UP, con una transferencia por $ 10 millones.