La Cámara Federal porteña ordenó el secuestro de los teléfonos celulares que el diputado nacional Gerardo Milman no entregó a la Justicia, en el marco de la causa en la que se investiga el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
De esta manera, el tribunal exigió a la jueza federal María Eugenia Capuchetti que avance con la medida pedida por la querella y por el fiscal Carlos Rívolo, y que la magistrada resistió durante largo tiempo. Uno de los jueces de la Cámara destacó “la magnitud” del objeto de la investigación y le dijo a Capuchetti que “no deben restringirse diligencias que puedan admitir avanzar o excluir responsabilidades en la pesquisa”.
La medida había sido requerida por la fiscalía y por los abogados de CFK, Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira, tras detectar que Milman había entregado a la Justicia un teléfono celular iPhone 14 Pro Max, que apareció en el mercado después de la fecha en el que se produjo el atentado. Sobre ese único aparato en manos del Poder Judicial, entregado de forma voluntaria por Milman, la Gendarmería Nacional le informó a la jueza Capuchetti que la tecnología de la que dispone esa fuerza no es suficiente para extraer información de ese teléfono
Por el iPhone 14 Pro Max, que Milman entregó voluntariamente con la tranquilidad de que lo comenzó a utilizar dos meses después del atentado, la magistrada le consultó a la defensa de Milman si el diputado está dispuesto aportar el patrón de desbloqueo, ante la imposibilidad de los peritos de Gendarmería –y también de la Policía de Seguridad Aeroportuaria– de desencriptarlo.
La decisión de la Cámara Federal abre una nueva etapa en la que se investigarán todos los teléfonos celulares del diputado del PRO, por lo cual, Capuchetti deberá solicitar la autorización de la Cámara de Diputados, tal como establece la Ley de Fueros invocada en la resolución.
El fallo de ocho páginas, firmado por los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, hizo lugar al pedido de allanamiento y secuestro de los restantes teléfonos celulares que podría tener en su poder el diputado nacional de Juntos por el Cambio, revocando como sucedió, repetidas veces en la causa, las decisiones de Capuchetti que favorecieron a Milman.
De acuerdo a los informes recabados ante empresas de telefonía, Milman habría utilizado otros celulares durante el lapso temporal de interés para la investigación, pero por la negativa de Capuchetti de avanzar sobre el secuestro de los teléfonos, solo había aportado voluntariamente el iPhone 14 Pro Max, lanzado al mercado luego del intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.
“Resulta necesario destacar que no se desconoce que los cambios de celulares infieren en la mayoría de los casos una transferencia de datos del teléfono anterior, pero no puede descartarse la posible existencia de parámetros técnicos que permitan obtener información borrada o modificada en el aparato original”, sostuvo el juez Bruglia en su voto.
Bertuzzi, por su parte, remarcó que “cabe poner de resalto la excepcionalidad que revisten las presentes actuaciones en cuanto a la magnitud por la gravedad que tiene el hecho objeto de la investigación; en virtud de lo cual entiendo que no deben restringirse diligencias -en el marco de su pertinencia- que puedan admitir avanzar o excluir responsabilidades en la pesquisa”.
Por su parte, el juez Mariano Llorens invocó su posición de resoluciones anteriores para señalar que no habían aparecido pruebas nuevas que lo hiciera virar de su negativa a habilitar el secuestro del celular del diputado Milman. Sin embargo, consideró “oportuno reparar en la actitud adoptada por el nombrado frente a lo resuelto: presentarse en la sede del juzgado para cumplir con una manda judicial y aportar un celular adquirido, cuanto menos, dos meses después de la fecha del hecho aquí investigado”.
“No descarto que, en alguna medida, su accionar pueda constituir un riesgo procesal vinculado con el ocultamiento de pruebas y entorpecimiento de la investigación circunstancias que, llegado el caso, deberán ser evaluadas”, expresó el magistrado.