Javier Milei trazó hoy un diagnóstico crudo sobre el estado de la economía argentina: “Nos dejaron plantada una inflación del 15.000% anual”, afirmó, después de enumerar los distintos componentes de inflación reprimida.
“Para que haya gradualismo es necesario el financiamiento, pero tengo que decírselos de nuevo: no hay plata, no hay alternativa al ajuste, no alternativa al shock. Eso repercutirá en los niveles de la actividad económica y empleo. Habrá estanflación, pero éste es el último mal trago para comenzar con la reconstrucción de la Argentina”, expresó el flamante presidente, quien recalcó que “la clase política nos deja en la peor crisis de la historia”.
En tanto, aseguró que la situación del Banco Central es peor que la del final del alfonsinismo, mientras que el atraso de tarifas es seis veces más grande que en el rodrigazo.
“No hay alternativa al ajuste”, repitió cuatro veces, y dijo que la única solución son las políticas de shock. “No existe la discusión, todos los gradualismos terminaron mal y los de shock bien, salvo el de 1959. Además, para hacer gradualismo hace falta financiamiento y no hay plata”, afirmó, y anticipó que habrá que prepararse para entre 18 y 24 meses de alta inflación, “habrá estanfalción”, hasta que el apretón monetario empiece a surtir efecto.
“Ningún gobierno ha recibido una herencia peor, el kirchnerismo nos deja déficits gemelos de 17 puntos del PBI, los salarios están destruidos y giran en torno a los 300 dólares, nos han arruinado la vida”, afirmó Milei, que habló en la explanada del Congreso, frente a la gente que lo escuchaba en la plaza, del otro lado de la avenida Rivadavia.
“El día de hoy marca el comienzo de una nueva etapa en la historia de Argentina. La ciudadanía ha expresado de manera contundente su deseo de cambio, dejando atrás décadas de fracasos y disputas sin sentido”, afirmó el flamante presidente. Aludió a “las fuerzas del cielo” y que el futuro de los argentinos dependerá de los esfuerzos que se hagan para enfrentar los desafíos que se presentan.
Según Milei, Argentina inicia una era de prosperidad, paz, libertad y desarrollo, abandonando lo que él califica como décadas de adhesión a un modelo de colectivismo que considera obsoleto. El presidente señaló: “De ser un país de bárbaros, pasamos a ser la potencia mundial”.
Además, volvió una y otra vez a proponer un regreso de la Argentina al país de la Generación del 80 de principios del siglo XX. Incluso citó al general Justo Argentino Roca, y lo destacó como uno de los mejores presidentes de la historia del país. Una reivindicación que combinó con el rescate del menemismo: “Si hubiera seguido ese proceso, hoy el salario promedio sería de 3.000 dólares”, sostuvo.
El discurso de Milei buscó claramente evitar el error de Macri que no quiso exponer un diagnóstico de la herencia recibida. Fue crudo y muy conciso en los datos duros de la economía. “El cepo es una pesadilla social y productiva”, afirmó, pero no quiso dar un plazo concreto para levantarlo.
En tanto, anticipó que la inflación de acá a febrero “está ubicada entre el 20 y el 40 % mensual” y prometió “este es el último mal trago”. “Habrá luz al final del camino”, insistió.
“Será duro. Pero como dijo Roca: ‘Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo, cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios’”, agregó.