En la que fue su primera reunión de Gabinete, el presidente Javier Milei insistió ante sus ministros sobre la necesidad de “hacer un ajuste en las cuentas públicas”, reiteró que el equilibrio fiscal “es innegociable”, y les encomendó a los funcionarios revisar la situación que recibieron en cada una de las áreas y, en especial, los nombramientos y pases a planta permanente de los últimos seis meses de la gestión de Alberto Fernández.
Otra novedad es que la flamante administración exigirá la presencialidad al 100 por ciento de los trabajadores estatales a nivel nacional.
Antes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había advertido que la gestión de Milei buscaría “poner en valor” al empleado público, pero que el plan era combatir el “empleo militante” en el Estado: “No va a existir más”.
De la reunión participaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los nueve ministros: Sandra Pettovello (Capital Humano), Diana Mondino (Cancillería), Luis “Toto” Caputo (Economía), Guillermo Francos (Interior), Guillermo Ferraro (Infraestructura), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa) y Mario Russo (Salud), además de la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
“Se puso énfasis de qué manera se encaran algunos puntos en este objetivo principal que tiene el presidente Milei del reordenamiento del Estado”, contó luego el vocero Adorni en rueda de prensa.
Allí señaló que el eje de la cumbre fue “el descalabro de la economía” y anticipó “un fuerte recorte fiscal”, en el que sólo habrá “alguna expansión en partidas sociales”. La vicepresidenta Villarruel, quien también ofició de vocera la cumbre, consideró que la Argentina está en “una situación devastadora”
En tanto, Adorni detalló que se acordó “la necesidad del armado de un inventario general”, y que se revisarán “cada una de las contrataciones” del último tiempo que realizó la gestión de Fernández, con el objetivo de “encontrar contrataciones irregulares”, que incluye, aclaró, los convenios con universidades.
Esta mañana, e vocero había dejado en claro, en un primer contacto con la prensa, que “ningún empleado público debe estar preocupado por su puesto de trabajo” sino “la persona que no trabaja, que está ocupando una silla y cobra un sueldo que pagamos todos”.
“En eso -completó- hay una decisión firme del presidente Milei, que es terminar con ese empleo político, ese empleo militante: ese empleo va a dejar de existir”.