Tras la masiva concentración de ayer frente al palacio de Justicia, la Confederación General del Trabajo (CGT) definió este mediodía convocar a un paro general con movilización para el 24 de enero próximo desde las 12, para expresar el rechazo al mega DNU de Javier Milei de desregulación de la economía y la Ley ómnibus enviada al Congreso de la Nación.
La fecha elegida tiene que ver, fundamentalmente, con que el tratamiento de la Ley ómnibus que envió el Poder Ejecutivo al Congreso será el 25 del mes entrante.
La decisión se adoptó en el marco de una sesión del Comité Central Confederal (CCC), en la que se analizó la instrumentación de un plan de lucha en rechazo del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el presidente Javier Milei.
Para esa jornada de lucha se espera una movilización masiva hacia el Congreso de la Nación por parte de la CGT, con el objetivo de exteriorizar el rechazo al paquete de reformas económicas impuesto por Milei.
“La idea es apoyar y reclamar a la política, que es el Parlamento, a que actúe en favor de los trabajadores y de la sociedad civil, que es por donde pasa el 100 por ciento del ajuste”, justificaron desde la cúpula de la CGT.
Se sumarán al paro de la CGT las dos vertientes de la CTA, en quienes recae mayoritariamente la representación de estatales y docentes, y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), donde confluyen los movimientos sociales que hasta hace unas semanas comulgaban con la gestión de Alberto Fernández. Estos sectores harán pública su adhesión a las 18, al término de un plenario de delegados.
El malestar de la central de los trabajadores se agudizó al conocer ayer la letra chica de la ley ómnibus enviada ayer al Congreso. Causó enojo y sorpresa, sobre todo el capítulo referido a las restricciones a la protesta social. “Es despótico”, lo calificó un dirigente cegetista.
La medida se resolvió casi de manera unánime en el Comité Central Confederal, el máximo órgano ejecutivo de la CGT y del que participan las regionales de todo el país. El 10 de enero habrá un plenario en el que se definirán detalles sobre la protesta, que contemplará una movilización al Congreso a partir de las 12 con la intención de poner otra vez a prueba el operativo antipiquetes que estableció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Fue el propio dirigente de la central, Héctor Daer, quien adelantó que en las próximas horas se definiría el rumbo a seguir en medio de un clima social tensionado por el malestar en la esfera política, gremial y social por las medidas de Milei.
“El Presidente pide facultades amplísimas hasta declarar una guerra, por dos años”, dijo Daer, al tiempo que sostuvo que las iniciativas “van en contra de toda la sociedad”.
“Uno puede transformar un país, pero debe hacerse con un gran acuerdo con base de sustentación política, proponiendo debate. Acá estamos deshaciendo la administración del Estado, convirtiéndola en la nada misma y a partir de eso alguien nos dice que vamos a estar mejor pero las consecuencias son tarifazo y devaluación”, argumentó.
“La idea es apoyar y reclamar a la política que es el Parlamento el que debe actuar en favor de los trabajadores y de la sociedad civil, que es por donde pasa el 100 por 100 del ajuste”, dijo por su parte Gerardo Martínez, jefe de la Uocra, uno de los gremios más afectados por la decisión oficial de frenar los proyectos de obra pública.