Dos semanas después de recibirlo durante más de una hora en el Vaticano, el Papa Francisco se diferenció hoy muy fuerte de Javier Milei, al sostener que “el Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer el papel central de redistribución y justicia social”, postura que se ubica en las antípodas de las salvajes políticas que viene llevando adelante el presidente.
A través de un video de cuatro minutos de duración, que envió para la inauguración de la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), Francisco les transmitió a los magistrados que son “el último recurso” para frenar “vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”.
En su mensaje, el Papa marcó muy claramente su postura política, con Milei como indudable destinatario de sus palabras, más allá de que no lo haya nombrado, porque no hacía falta. “Los derechos sociales no son gratuitos. La riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas”, sostuvo.
“El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social”, recalcó Francisco, que tras el encuentro con Milei en el Vaticano tuvo que mandar a aclarar que no apoya sus políticas de ajuste.
“El Dios Mercado y la Diosa Ganancia son falsas deidades que nos conducen a la deshumanización y a la destrucción del planeta. La historia lo ha demostrado en muchas y muy tristes oportunidades”, continuó el Papa.
Además, recordó que, en estos tiempos, en que hay “pocos ricos cada vez más poderosos y millones de pobres negados y descartados”, no hay futuro, desarrollo, justicia ni democracia. “Vivimos épocas de intensa injusticia… en un mundo en donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que sí consumen”, subrayó.
Francisco recalcó que “todos los que ejercen un poder público tienen que tener presente que no alcanza con la legitimidad de origen, el ejercicio debe también ser legítimo”. “¿Qué justificación puede tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas y dignas?”, agregó.
Luego, Francisco se dirigió a “abogados, jueces, fiscales, defensores”, y les remarcó que su “misión es trascendente y crucial”. “El Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”, dijo en un mensaje envenenado para la situación argentina y la cantidad de amparos que se apilan en juzgados y la Corte contra las medidas de Milei.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, manifestó luego su discrepancia con la visión del Sumo Pontífice: “La justicia social en esta lógica de sacarle a unos compulsivamente para darle a otros, ha generado en la Argentina un 50 % de pobres, y muchos millones de argentinos que el bendito ‘Estado presente’ les ha quitado todo y no les ha dado nada”.
Agregó que “el Papa es un líder espiritual y nosotros gobernamos una Argentina con problemas en todos lados. Pueden ser frases muy lindas al oído, pero no han provocado otra cosa que la vuelta al esquema inflacionario. La gente no quiere eso, lo demostró en las urnas”, explicó el funcionario.
Y concluyó: “Parte de la campaña de Milei fue contar cómo quería dejar de gastar dinero para que la gente esté mejor. Respetamos la palabra del Papa, pero el Estado tiene que garantizar el acceso a la Justicia, y que la ley sea igual para todos”.