Una vez más, los tribunales de Comodoro Py volvieron a favorecer al fiscal federal Carlos Stornelli. Esta vez, la ayuda vino por parte del juez federal Julián Ercolini, quien sobreseyó al fiscal y lo desvinculó de cuatro acusaciones que lo vinculaban Marcelo D’Alessio, el espía ilegal y falso abogado condenado, al considerar que hubo “inexistencia” de los delitos.
Stornelli, investigado como supuesto integrante de una asociación ilícita y como partícipe de extorsiones, había sido filmado en enero de 2019 en conversaciones con el empresario Pedro Etchebest y con D’Alessio, durante un viaje a Pinamar. Esos contactos fueron valorados como prueba por el entonces juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla, que lo procesó por intento de extorsión.
La causa contra Stornelli empezó en Dolores, pero después pasó a los tribunales de Comodoro Py, donde se dictaron fallos que revirtieron las acusaciones.
Durante casi nueve meses el fiscal estuvo en rebeldía ante la Justicia, ya que no quería presentarse ante Ramos Padilla. El juez logró indagarlo finalmente cuando terminaba el gobierno de Mauricio Macri y lo procesó por ser parte -junto con D’Alessio- de una asociación ilícita ligada a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público.
Ahora Ercolini le dictó la falta de mérito en los casos conocidos como “Terrorismo Irán”, “Pablo Erasmo Barreiro”, “Munin Talevi”, y una cuarto investigación referida al ex directivo de la empresa Petróleos de Venezuela, Gonzalo Brusa Dovat.
El juez consideró que D’Alessio, que se presentaba como agente de la DEA, armó una simulación de vínculos y poder.
“El hecho de que Marcelo D’Alessio hubiera permanecido en el despacho del fiscal conversando con este, oportunidad en la que pudo tomar registros fotográficos o fílmicos aprovechando la abertura de la puerta del despacho contiguo, de ninguna manera puede presumir una participación por parte de Stornelli en el plan criminal analizado”, desarrolló Ercolini.
D’Alessio ya fue condenado a cuatro años de prisión por hacerse pasar por agente de la AFI y simular contactos en la Justicia para arreglar causas a cambio de dinero.
Enfrenta, además, un segundo juicio donde está acusado de haber integrado una banda que se dedicaba a recabar información para extorsionar a sus víctimas e interferir en expedientes judiciales.