Con dos posturas bien diferenciadas, la “mesa chica” de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió para analizar los pasos a seguir tras la aprobación de la Ley Bases y la firma del Pacto de Mayo, que habían sido rechazados por la central obrera.
Por un lado, el sector moderado que encabezan los llamados “Gordos” e “Independientes” impulsó la propuesta de pedir una audiencia con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, para plantear distintos reclamos, y en especial la situación económica de las obras sociales sindicales.
En tanto, el sector más duro contra las políticas de la Casa Rosada propuso la convocatoria al Consejo Directivo para el 25 de este mes, con el objetivo de definir un plan de acción y una posible medida de fuerza ante el avance de la crítica situación social y económica.
Durante el encuentro, se definió que la central obrera no hará una presentación judicial contra la reforma laboral y la restitución del Impuesto a las Ganancias, pero que sí respaldará la estrategia de que cada gremio realice su propia presentación ante los tribunales.
El objetivo es dejar sin efecto el tributo con el argumento de que la ley “no fue votada por las dos cámaras del Congreso”, lo que consideran “inconstitucional”. Empujan la judicialización desde los gremios del transporte hasta el de bancarios, con Pablo Moyano y Sergio Palazzo al frente de la demanda.
En líneas generales, las preocupaciones que plantearon son la caída del empleo, la recomposición salarial y el regreso de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, que afectaría en los primeros meses a casi un millón de asalariados.
Pese a la extensa reunión que mantuvieron, con la participación de los tres secretarios generales, Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, los dirigentes no llegaron a resolver ninguna medida concreta.
“Esto es como el ajedrez, y además hay que medir los tiempos. Hoy se habló de todo, las marchas son cuestiones tácticas, lo que hay que tener es una estrategia clara ante todo lo que estamos viviendo y para eso hay mirar todo el tablero”, sostuvo Daer, con lo que dio a entender que todavía no se definieron los pasos a seguir tras el mal trago que les significó la aprobación de la Ley Bases, la cual buscaron bloquear en el Congreso con negociaciones con distintos bloques, sin éxito.
Consultado sobre un posible tercer paro general en la gestión de Javier Milei, sostuvo que “no se evaluó una medida de fuerza, eso hay que evaluarlo en los órganos propios de la CGT, como el Consejo Directivo”, que confirmó que será convocado para “el jueves 25 de julio”, aunque lo cierto es que esta clase de definiciones se “cocinan” previamente en las reuniones de “mesa chica”.
Ese día se debatirá cómo va a seguir el plan de lucha de la CGT frente a las medidas del Gobierno, que arrancó con la movilización del 1° de mayo y el paro general que se realizó el 9 de ese mismo mes. La propuesta incluye también ampliar el debate sobre el plan de acción con las diferentes regionales de todo el país.