Desde la embajada argentina en México no dudaron en informar a la canciller Diana Mondino sobre una serie de actos y movilizaciones organizadas por argentinos y mexicanos en respuesta a la presencia del presidente Javier Milei en un encuentro de la ultraderecha, organizado por la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). El mandatario argentino, al percibir la magnitud de la protesta, que seguramente sería noticia en todo el mundo, decidió a última hora suspender su viaje. Su ilusión de que su nombre es “un faro en el mundo” podría desmoronarse.
Desde la cancillería relataron que, tras el cálido recibimiento que recibió Cristina Kirchner, las protestas contra Milei habrían sido demasiado evidentes. La expresidenta, además, fue recibida por la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, con quien sostuvo una extensa conversación.
Más allá del escándalo por violencia de género relacionado con el expresidente Alberto Fernández, que el gobierno libertario y los medios hegemónicos intentan asociar a todo el peronismo, Milei viene fracasando en lo económico, y el ajuste brutal recae sobre las espaldas de los argentinos, quienes pierden sus empleos, reducen su consumo para poder pagar las tarifas o el transporte.
En la última encuesta de Zuban Córdoba, la mayoría de los entrevistados considera muy graves los vuelos privados de Milei al exterior, financiados con dinero de los argentinos. En la misma encuesta, los temas que más preocupan a los ciudadanos son la pobreza y la desocupación.
La gente no olvida los 13 viajes internacionales que realizó el presidente en tan solo 8 meses de gestión, visitando 19 ciudades: Davos, Tel Aviv, Jerusalén, Roma, Washington D.C., Austin, Miami, Los Ángeles, Madrid (en dos ocasiones), San Francisco, San Salvador, Fasano, Lucerna, Hamburgo, Berlín, Praga, Camboriú, Idaho, París y Santiago de Chile. Hasta mayo, había gastado 650 millones de pesos, mientras no ha sido capaz de otorgar un solo aumento a jubilados o docentes universitarios. Ningún mandatario lo recibió, excepto Emmanuel Macron en medio de los Juegos Olímpicos, pero ni Joe Biden, Gabriel Boric, Lula da Silva, ni Pedro Sánchez lo han recibido.
El relato, más allá de su ejército de trolls, comienza a desmoronarse.