Los argentinos, en 40 años de democracia, nunca han sufrido un gobierno tan cruel, que le ofrece todo a los ricos y maltrata a los trabajadores, a los abuelos, a los médicos y a los docentes. Mientras el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), muy lejos de ser definido como kirchnerista, estimó que la pobreza alcanzó el 52% de la población y que la indigencia llegó al 17,9% en el primer semestre de este año, el gobierno de Javier Milei vuelve a reprimir con palos y gas pimienta a los jubilados, algunos con más de 80 años, por reclamar un modesto aumento de 20 mil pesos, que el presidente vetó. Es importante recordar que cada tubo de gas pimienta cuesta 227.000 pesos, mientras que la jubilación mínima es de 234.000 pesos. Dinero para reprimir hay, para los abuelos nada.
El Observatorio de la UCA señaló que la pobreza alcanzó al 54,9% de la población del país entre enero y marzo, y bajó al 49,4% en el tramo abril-junio. En el caso de la indigencia, el 20,3% de la población se encontraba en ese estado durante el primer trimestre, mientras que en el segundo alcanzó al 15,9%.
Al respecto, Agustín Salvia, director del Observatorio, explicó que la recuperación salarial impactó “principalmente a las clases medias trabajadoras, al segmento técnico profesional con cierta calificación y en ramas dinámicas”, aunque esa recuperación fue parcial. En cambio, observó que los trabajadores del mercado de consumo, la industria y la construcción “no recibieron aumentos salariales en la misma proporción que la inflación debido a la caída del nivel de actividad”. Lo mismo sucedió con los trabajadores estatales.
Respecto al sector informal, señaló que se ha producido un descenso en la escala social: “El sector de los trabajadores informales pobres cayó en la indigencia y depende en gran medida de los programas sociales. No se recuperó”.
Con todo, Salvia subrayó que tanto la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía como el bajo salario en el sector privado formal “son dos factores cruciales” que impulsan y sostienen los altos niveles de pobreza e indigencia.
Más allá de los números, el gobierno no detiene los aumentos en las tarifas de luz, gas, y ahora también en el transporte público, tanto en colectivos como en trenes. El gran ajuste del gobierno fue con las jubilaciones y los salarios de los trabajadores. Según datos oficiales, el mayor aporte para reducir el gasto público provino de recortar las transferencias a las provincias, suspender la obra pública, bajar las jubilaciones y reducir el gasto en el PAMI.
Este “ahorro” del gobierno se percibe en todos los sectores de la administración pública. Ayer hubo un paro total de los trabajadores del Hospital Garrahan, orgullo de los argentinos, ya que los salarios están por el suelo. La medida comenzó a las 7 AM de ayer y se extenderá hasta hoy.
“El hospital, con esta situación bastante desesperante que estamos atravesando, otra vez la pelea por el salario y por las condiciones de trabajo, tenemos que salir a defender”, aseguró en un comunicado Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan. Asimismo, contó que el movimiento que se generó en el equipo de salud, a raíz de la caída abrupta del salario, los puso en alerta. “Lo que está pasando es que los profesionales jóvenes del equipo de salud van a renunciar; el fin de semana nos enteramos que renunció una médica del centro regional de hemoterapia, y todas las trabajadoras del centro regional decían ‘no puede renunciar esta doctora’. Es una fuga de cerebros, ya que cada uno en su puesto de trabajo tiene la particularidad de estar muy entrenado para una tarea muy específica”, señaló.
Lezana aseguró que no existe ningún diálogo abierto con las autoridades del Ministerio de Salud y de Economía, ni nacionales ni de CABA. Asimismo, detalló que el presupuesto del Garrahan depende en un 80% de la Nación y en un 20% de la ciudad de Buenos Aires desde 2017. “Es gravísima a futuro la baja del presupuesto realizada por el gobierno de Javier Milei, y con el gobierno de Jorge Macri desentendiéndose también de su 20%, porque en este momento hay 2.200 profesionales en formación en el Hospital Garrahan. La formación continua que requiere nuestra tarea diaria también implica toda una sobrecarga de trabajo: jornadas extendidas, agendas muy desbordadas, y ante la negativa de considerar esto, nos genera mucha desesperanza”, aseveró.
Un gobierno cruel, con un presidente con cero empatía hacia los trabajadores y jubilados.