La Convención Nacional del radicalismo, órgano legislativo del centenario partido que conduce Gastón Manes, decidió suspender preventivamente las afiliaciones de cuatro de los cinco diputados que la semana pasada se reunieron con Javier Milei en la Casa Rosada, y horas después ayudaron a Javier Milei a ratificar el veto a la ley de movilidad jubilatoria.
La sanción recae sobrle los legisladores Mariano Campero (Tucumán), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén) quienes, al votar en contra de que la Cámara baja insista con la ley que había sancionado el Congreso, dejaron firme el veto del presidente. El correntino José Tournier, quinto miembro del grupo de los conversos, integra el bloque radical pero no está afiliado al partido.
La decisión fue tomada por la mesa de conducción de la Convención Nacional, encabezada por Manes y el secretario general, Hernán Rossi, que decidió elevar los casos de los legisladores al Tribunal Nacional de Ética del radicalismo, para que analice sus casos.
El paso no es menor, ya que las sanciones podrían llegar hasta la expulsión del partido. El órgano partidario tomó la determinación en virtud del artículo 53 de la carta orgánica partidaria que lo faculta para denunciar “fallas en la conducta de los afiliados y dirigentes partidarios de todos los distritos cando por su investidura lesionen la dignidad del partido”.
Asimismo, se insta a las autoridades del partido, a los jefes de bloque legislativos y a los gobernadores a conformar una mesa de diálogo con el objetivo de “evitar que se repitan” situaciones como la que protagonizaron los legisladores.
La suspensión de la afiliación se tomó por 10 votos a favor y la oposición de los representantes de Mendoza y Misiones. En tanto, la decisión de darle curso al tribunal de ética para que analice los casos de los seis legisladores fue adoptada por 11 votos y la oposición del mendocino Andrés Lombardi, que responde al gobernador de la provincia cuyana, Alfredo Cornejo, de buena sintonía con Milei.
Los cuatro diputados cuya afiliación fue suspendida, junto al correntino José Tournier, fueron claves para que Milei pudiera sostener el veto a la ley de movilidad jubilatoria que había sancionado el Congreso por amplia mayoría en ambas cámaras legislativas.
Los cinco habían votado a favor del proyecto en junio, cuando la UCR impulsó la iniciativa, pero cambiaron de postura tras visitar, de la mano del libertario Martín Menem, presidente de la Cámara baja, el martes de la semana pasada la Casa Rosada y entrevistarse con el jefe del Estado. Al día siguiente, votaron en contra de la insistencia en la ley e impidieron que Diputados alcanzara la mayoría de dos tercios de los presentes que exige la Constitución para que el Congreso pueda torcer un veto presidencial.
En tanto, Campero, a través de su cuenta oficial de X escribió: “Ante este jaque, ratifico que pocas veces en mi vida actué con tanta convicción, como cuando decidí blindar el equilibrio fiscal de este Gobierno. La defensa de las instituciones es dejar gobernar”.
Y agregó que “no tienen derecho a expulsar a diputados votados por los ciudadanos en la boleta Bullrich-Petri. Los que hoy piden expulsiones quieren volver al país que dejó el kirchnerismo. El ministro de “la 125″ quiere una Argentina kirchnerista. No retrocedamos 20 años”.
Por su parte, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR) en Diputados, Rodrigo de Loredo, cuestionaron con dureza la decisión de la Convención Nacional radical de suspender preventivamente a los diputados que permitieron la ratificación del veto de Javier Milei contra el aumento a los jubilados.
El mandatario provincial cargó contra la conducción del radicalismo por la sanción a los legisladores, al señalar que “la política de mayorías populares no es para sectas, ni se hace con purgas”. La UCR “no es una agrupación universitaria”, continuó Cornejo, sino que “es un partido nacional”.
“Esta decisión está mal”, remarcó el mendocino, y les pidió a las autoridades del partido “que asuman la tarea de conducir” y que “no que sean la voz de una facción”.
“La decisión tomada por la mesa directiva de la Convención Nacional es inédita, de una gran irresponsabilidad y parcialidad selectiva. No es la primera vez que miembros del Bloque votan de manera diferente. Ni en Diputados ni en Senadores”, indicó también de Loredo en su cuenta de X.
Mientras, De Loredo, que mantiene una interna con el senador y presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, afirmó que la sanción de la Convención no tiene ningún efecto directo sobre el bloque de Diputados Nacionales de la UCR.
“Cualquier decisión sobre la conducta de los diputados que integran nuestro Bloque será tomada entre los pares, buscando siempre los consensos y sin posturas sesgadas dentro de un partido que incluye pluralidad de miradas”, agregó.