El Gobierno de Javier Milei enfrenta una nueva semana de alta conflictividad con los gremios a raíz de las distintas medidas de fuerza. Al paro convocado por la Mesa Nacional de Transporte para mañana, se suma el de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el de los empleados de la ex AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), además de las universidades nacionales.
Las medidas comenzarán con el paro de actividades de 36 horas del sindicato de empleados públicos, que este martes realizarán una movilización al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, que conduce Federico Sturzenegger. “La única manera de evitar que el Estado termine de ser usurpado por los grandes grupos empresarios es estando en la calle”, expresó el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
La medida de ATE se extenderá durante todo el miércoles 30, confluyendo con el paro de transportes que ratificaron la semana pasada los gremios del sector, encabezados por uno de los secretarios generales de la CGT y adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, y el secretario general de Camioneros, Hugo Moyano.
En tanto, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció para este jueves 31 de octubre un paro de colectivos por 24 horas que afectará a las líneas de corta distancia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esta medida de fuerza, que comenzará a las 00 horas del jueves, se debe a la falta de acuerdo en las negociaciones salariales con las cámaras empresariales del sector.
Sin embargo, el sindicato que conduce Roberto Fernández no adherirá a la huelga de este miércoles impulsada por la Mesa Nacional del Transporte, por lo que, mañana, el servicio de colectivos funcionará con normalidad. Por ende, el gremio decidió liderar su propia medida debido a la falta de avances en las negociaciones paritarias.
Al ratificar su decisión de parar, la Mesa Nacional de Transporte manifestó su rechazo “al ajuste, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y el aumento de la pobreza”.
Por su parte, los trabajadores de la Aduana anunciaron un plan de lucha ante “la ausencia de respuestas concretas por parte de las autoridades del organismo”, tras confirmarse la disolución de la AFIP y la creación de ARCA (Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero).
El Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) viene realizando una serie de retenciones de tareas en los últimos días y confirmaron un paro de 24 horas para este 30 de octubre, con la posibilidad de extenderlo por 48.
La medida será durante el horario de la jornada hábil de cada sector, “con presencia en los lugares de trabajo, con apagón informático y asambleas”, y no descartan la realización de una marcha.
Mientras, los trabajadores viales iniciarán este martes un plan de lucha contra el desfinanciamiento de Vialidad Nacional y la amenaza de privatización de 3.600 kilómetros de rutas.
El plan de lucha constará de un quite de colaboración en principio de dos horas, en cada distrito a partir de hoy. Además, desde el gremio se mantendrán en asamblea y movilización permanente y no descartan medidas más extremas en caso de ser necesario.
En tanto, distintos gremios de trabajadores docentes y no docentes de universidades nacionales anunciaron que se plegarán al paro del miércoles. “La Fatun convoca para el miércoles 30 de octubre a todos los trabajadores no docentes de las universidades nacionales a un paro de 24 horas, sin asistencia a los lugares de trabajo. Esta medida de fuerza adhiere a lo resuelto por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y reafirma lo dispuesto en el último Consejo Directivo Nacional y Plenario de Secretarios Generales de nuestra Federación”, informó en un comunicado la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales.
En un comunicado conjunto, la Conadu y la Conadu Histórica anunciaron que se plegarán al paro de mañana. Además, destacaron la unidad de los gremios del sector de la educación superior: “La unidad construida a partir de la articulación del Frente Sindical de Universidades Nacionales que reúne a todas les representaciones sindicales universitarias -docentes y no docentes- y el Frente Universitario que reúne además al movimiento estudiantil y al CIN, nos ha permitido enfrentar el proyecto político de Milei, construir lazos de solidaridad con todos los sectores que valoran la universidad pública y que entienden que la lucha universitaria puede hacer converger todas las luchas, por la capacidad de producir un estado de movilización masivo y con sentido”.