El presidente Javier Milei avanza como una topadora contra todos, desde los gobernadores hasta el peronismo más cercano a Cristina Kirchner. Gobierna mediante decretos de necesidad y urgencia (DNU), doblega a los gobernadores, divide a la CGT y ahora amenaza con nombrar a dos jueces en la Corte Suprema. En este contexto, el kirchnerismo decidió apoyar a Lijo “por ser menos malo”.
Ayer, la senadora Lucía Corpacci, muy cercana a la expresidenta Cristina Kirchner, firmó el dictamen que permite que el pliego del juez federal Ariel Lijo sea tratado en el recinto para integrar la Corte Suprema de Justicia. En declaraciones radiales, Corpacci afirmó que “con Lijo se puede hablar” y expresó su confianza en que el presidente Milei nombrará a una mujer en reemplazo de García Mansilla.
El senador José Mayans consideró que la firma de Corpacci es un “gesto” hacia el gobierno. “Para que haya un acuerdo, ellos pueden poner a uno y nosotros a otro. Le hicimos un gesto; el gobierno tiene la última palabra”, afirmó.
Por otro lado, se sabe que el senador Eduardo “Wado” de Pedro, también cercano a Cristina, está llevando a cabo negociaciones judiciales con Santiago Caputo.
Desde el Instituto Patria creen que con Lijo se puede dialogar y que podría ser un voto clave, junto a Ricardo Lorenzetti, para frenar una eventual condena a prisión de Cristina Kirchner.
Sin embargo, algunos sectores del peronismo consideran que esta estrategia es equivocada. Primero, argumentan que el presidente Milei no cumple con nadie: no lo hizo con la Unión Industrial Argentina (UIA), a quienes ayer dejó plantados, ni con los gobernadores, ni con el PRO de Mauricio Macri.
Además, recuerdan que Lijo, junto a Lorenzetti y Martín Irurzun, fue responsable del encarcelamiento del exvicepresidente Amado Boudou sin condena, retirándolo de su casa en pijama. También es el juez que mantiene paralizada la causa del Correo y no ha llamado a indagatoria a Mauricio Macri, quien podría terminar preso. Asimismo, Lijo le hizo un guiño al Grupo Clarín al avanzar contra Martín Sabbatella por la aplicación de oficio de la Ley de Medios.
La crítica a Lijo no proviene solo de un sector del peronismo. El senador formoseño Francisco Paoltroni, de La Libertad Avanza, afirmó que “Lijo es el candidato de la impunidad y de la casta” y agregó: “Su pasado genera controversia y desconfianza”.
El gobierno sigue insistiendo en que quiere tanto a Lijo como a García Mansilla en la Corte. Sin embargo, en las últimas horas trascendió que aceptaría que el juez federal Lijo ingrese mientras García Mansilla sea designado por decreto. Esta estrategia implica un riesgo para Milei, ya que Horacio Rosatti, actual presidente de la Corte, dejó entrever que no tomaría juramento a un juez que llegue sin el acuerdo del Senado.