Investigadores del CONICET se manifestaron hoy en el Polo Científico Tecnológico para rechazar la presencia de Javier Milei, quien, en una evidente provocación, a pesar de ser el promotor de uno de los desfinanciamientos más grandes de la historia argentina en materia de ciencia y tecnología, tuvo el atrevimiento de encabezar ahí acciones vinculadas a la Inteligencia Artificial (IA).
Durante su discurso, el presidente sostuvo que su modelo se inspira en Estados Unidos, y planteó que aspira a que la Argentina “vuelva a ser un país donde se premie la innovación en lugar de castigarla”.
Justamente esa frase (“premiar la innovación en vez de castigarla”) resonó con particular intensidad en un momento en que las usinas digitales de trolls libertarios vienen eligiendo a científicos como blanco de hostigamiento, a través de activistas digitales toman como blanco a investigadores y científicos del Conicet.
Hace un par de semanas, en la localidad mendocina de Potrerillos, un grupo de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de La Plata que realizaba tareas de campo junto a estudiantes, fueron insultados y amenazados por militantes de La Libertad Avanza.
“Déjense de robar, váyanse a bañar”, fue uno de los gritos que los profesores y estudiantes de Geología recibieron por parte de los libertarios.
En el marco de la apertura de la Semana de la Inteligencia Artificial, Milei destacó el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), y pidió explorar los nuevos horizontes de la tecnología, aunque marcó los riesgos que correría en caso de caer “en manos incorrectas”.
“No quisiera imaginar una IA súper poderosa en manos de un dictador comunista”, afirmó, preocupado, durante su discurso.
“La inteligencia artificial no es ni más ni menos que el último peldaño de esta larga cadena de destino humano. Una cadena que, como el desarrollo económico, tiene la forma de una función exponencial”, destacó el libertario, y agregó: “Esta exponencialidad nos acerca a los hombres cada día más a la altura de lo divino, ante los ojos de nuestros antecesores”.
“Milei y Francos, no son bienvenidos”, decía uno de los carteles desplegados en el edificio ubicado en el barrio porteño de Palermo, y donde residen los organismos que el gobierno nacional se encargó de vaciar progresivamente en su primer año de gestión.
“No al recorte de becas”, “Recomposición salarial, ya”, “Rechazamos las evaluaciones truchas” y “Regularización de subsidios” fueron algunas de las demandas desplegadas por los científicos que por criticar al Gobierno no pudieron participar del acto que encabezó el Jefe de Estado.