Javier Milei festejó su primer año de mandato como si en el país no hubiera cada vez más jubilados que no pueden comprar medicamentos, trabajadores despedidos, salarios por debajo de la línea de la pobreza y una economía paralizada.
Escoltado por los miembros de su gabinete y sin la vicepresidenta Victoria Villarroel, en un mensaje transmitido en cadena nacional, el presidente se autocelebró, mostrándose casi como el salvador de la Patria, festejó el ajuste y aplaudió el despido de miles de empleados públicos.
Milei hizo un repaso de su gestión y prometió que el año que viene será el año de la “motosierra profunda”, volvió a despotricar contra “la casta”, se jactó de “hacer el ajuste más grande de la historia”, de despedir “más de 34 mil empleados públicos”, de cerrar ministerios y desfinanciar áreas del Estado.
Además, agradeció a los argentinos “de a pie” por el “conmovedor sacrificio que hicieron”, que, según aseguró, permitió “ahorrar 15 puntos del PBI”, para “devolverle el dinero al sector privado”. En otras palabras, por soportar una brutal transferencia de recursos de los sectores medios y populares a los sectores más concentrados de la economía.
“Hemos cumplido con el rumbo que nos trazamos. Logramos estabilizar la economía y evitar la catástrofe a la que nos dirigíamos”, aseguró. “Con todo en contra, imagínense lo que podemos hacer con el viento a favor, podría ir el doble de lejos y el doble de rápido”, sostuvo el mandatario, y sentenció: “Ahora se viene la motosierra profunda”.
Al respecto, adelantó: “Vamos a hacer una auditoría inclemente para avanzar con la reducción del gasto público más profunda de la historia argentina, que nos legará un Estado más chico, más efectivo, y más barato para todos los pagadores de impuestos. Además, continuaremos eliminando organismos, secretarías, subsecretarías, empresas públicas y todo estamento del Estado que no debería existir. Cada atribución o tarea que no corresponda a lo que se supone que tiene que hacer el Estado Nacional será eliminada”.
En esa línea, pronosticó que “el año que viene habrá un crecimiento sostenido”, afirmó que “el cepo se va a terminar en 2025 y para siempre”, y manifestó su intención de “hacer 3.200 reformas más antes de terminar el mandato”.
En su particular y falaz análisis de la realidad, Milei aseguró que “el salario básico en La Argentina pasó de 300 dólares a 1100 dólares”, que “la oferta de alquileres no para de crecer”, y que “cayó un 30 por ciento el precio de los alquileres”. En una andanada de falsedades, aseguró que, durante este año, hubo no solo una “recomposición de los salarios”, sino también “una recomposición de las jubilaciones”.
Además, adelantó que “todos los argentinos podrán utilizar la moneda que quieran en sus transacciones cotidianas”. Al respecto, el jefe de Estado dijo: “Desde ahora, cada argentino va a poder comprar, vender y facturar en dólares, o en la moneda que considere, exceptuando el pago de impuestos que por ahora seguirá siendo en pesos”.
En materia internacional, dijo que “el mundo vuelve a posar sus miradas en Argentina”. “En el mejor de los casos éramos un país irrelevante, hoy el mundo vuelve a posar sus miradas en Argentina. Inversores evalúan venir a vivir al país”, aseguró.
También detalló su propuesta para reformar el Mercosur. Esto incluye la eliminación de trabas arancelarias internas, la reducción del arancel externo común “que nos encarece la vida a todos sin ningún beneficio en contraprestación” y la promoción de un tratado de libre comercio con Estados Unidos “como debió haber sucedido hace 19 años”.
Por el otro lado, Milei volvió a diferenciarse de “los políticos” y anticipó que, en 2025, a pesar de haber elecciones, desde la Casa Rosada continuará el ajuste: “A diferencia de lo que suelen hacer los políticos, que en los años electorales se dedican a despilfarrar la plata de todos los argentinos como si fuera propia en búsqueda de votos, nosotros vamos a hacer algo distinto: vamos a continuar nuestro programa de ajuste para poder bajar impuestos y devolverle el dinero al sector privado”.
Agregó que “en esa línea vamos a hacer una reforma impositiva, una reforma previsional, una verdadera reforma laboral; una reforma a las leyes de seguridad nacional, una profunda reforma penal, una reforma política, y otras tantas reformas que el país se debe hace décadas”.
“Decían que no llegábamos a enero, pero ya estamos en diciembre. Decían eso porque no querían que destapemos sus curros. Antes lo que es positivo para la sociedad es negativo para la casta. A ellos no les importa pensar a largo plazo, está en su ADN, sólo piensan en explotar a la sociedad. A la casta no le importa el futuro”, sostuvo.