Al cumplirse el primer año de gestión, el presidente Javier Milei continúa evidenciando su desdén hacia las instituciones democráticas. En una charla reciente desde Roma con el periodista Luis Majul, anunció que designará por decreto a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como miembros de la Corte Suprema de Justicia. Además, confirmó que mantendrá cerrado el Congreso hasta el inicio de las sesiones ordinarias el 1 de marzo.
Milei justificó que los nombramientos serán una “solución transitoria” hasta que el Congreso los convalide o rechace. Sin embargo, este movimiento ha generado fuerte rechazo, tanto desde la oposición como desde sectores que consideran que la medida viola la Constitución Nacional.
El senador de Unión por la Patria (UxP), José Mayans, fue tajante en una reunión con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos: “No se puede hacer lo que usted está planteando. La Constitución establece que los jueces no son subalternos del presidente. Lo que están haciendo es propio de una dictadura militar, donde los jueces eran designados por decreto”.
Mayans enfatizó que la Constitución vigente, producto de acuerdos políticos históricos, demanda que las decisiones se negocien entre las fuerzas políticas: “Nombrar jueces por decreto es desconocer la democracia que hemos construido”.
Por otro lado, mientras el pliego de Ariel Lijo ya cuenta con dictamen de comisión y podría ser tratado en el recinto, el rechazo a García Mansilla es contundente. Este último, vinculado al Opus Dei, ha manifestado públicamente posturas conservadoras, como su oposición al aborto legal y gratuito.
El presidente ha decidido no reabrir sesiones extraordinarias del Congreso, decisión agravada por el reciente escándalo que llevó a la expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, aliado clave de Milei, tras ser detenido con 200.000 dólares en la frontera con Paraguay. Además, fuentes cercanas a la Casa Rosada han señalado que la relación entre Milei y su vicepresidenta está completamente fracturada: “Es tan enemiga nuestra como Macri o Cristina”, aseguraron.
Por ahora el presidente prefiere manejarse por decreto, sin presupuesto, si Congreso ni Justicia. En el límite de la democracia. Lamentablemente con su política destruirá día a día el país pero terminará seguramente preso. El único que podrá salvarse de ese gobierno es Santiago Caputo, conocido como el mago del Kremlin, que no ocupa cargo alguno pero integra el circulo de hierro junto a Karina y el presidente.