En medio de la interna bonaerense entre los sectores duros del kirchnerismo que responden a la expresidenta Cristina Kirchner y aquellos que piden autonomía para Axel Kicillof en el armado del próximo año, el gobernador decidió salir del laberinto “por arriba”, como decía el genial Leopoldo Marechal.
Kicillof optó por no involucrarse en las internas y centrarse en lo que mejor sabe hacer: gestión y contacto directo con la gente. Por estas horas, decidió cerrar el año con una “mateada” con los vecinos de La Plata. Como se recordará, durante la campaña electoral de 2019 frente a María Eugenia Vidal, recorrió los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires en un “Clío”, charlando con los vecinos y compartiendo mates en un cara a cara.
La última mateada del año será mañana viernes a las 17:30 en la Plaza Islas Malvinas, y estas actividades serán habituales durante 2025. Desde la Gobernación han decidido no entrar en la “lógica” de los actos partidarios ni responder a los líderes de La Cámpora. “¿A quién le interesa hablar de egos?”, señaló un intendente cercano al gobernador, en referencia a las declaraciones de Máximo Kirchner, quien el fin de semana pidió “dejar de lado los egos”. Agregó también: “Axel es un dirigente que llega a la gente y enfrenta desde la gestión, todos los días, las políticas brutales de Milei”.
La estrategia es volver al contacto cara a cara, lo que ayuda a “recargar pilas y renovar energía” tras un año extremadamente difícil para todos los argentinos. Para el gobernador, es crucial su relación con los militantes y percibir cómo están viviendo esta interna peronista que nadie desea. Una cosa fueron aquellas mateadas de 2019 frente a Vidal, y otra será escuchar ahora qué opinan los compañeros sobre las diferencias con Cristina Kirchner, diferencias que nadie buscó. Por ello, será importante para Kicillof captar el termómetro de la calle y de los militantes.
El plan del gobernador incluye recorridas reducidas, acompañado por un pequeño grupo de amigos, evitando agrupaciones partidarias y personal de seguridad. El El peronismo, para volver a ser alternativa de poder, debe abrirse un debate profundo de ideas, dejar de hablar del ‘45, del ‘70 o de la “década ganada”, y enfocarse en proponer nuevas ideas para confrontar con la derecha. Es necesario dar la batalla cultural en las redes, pero también en los barrios, en el cara a cara, para recuperar la confianza de la gente y mantener un corazón dispuesto al combate por un país mejor.