Durante noviembre mejoró la aprobación del Gobierno; sin perjuicio de ello las opiniones se siguen organizando en forma polarizada respecto de la gestión. La base de apoyo del Gobierno mantiene el sesgo masculino y joven y crece en los niveles de instrucción medios.
Asimismo, se alinearon totalmente la evaluación del “gobierno en general” y la de la política económica.
La imagen del presidente Javier Milei creció cinco puntos (53%) y rompió la paridad entre los niveles negativos y positivos que se había registrado durante casi todo el año. Las expectativas optimistas sobre la situación económica general también mejoraron (57%).
“La relativa estabilidad económica y el control del tipo de cambio son, sin dudas, promotores de expectativas positivas. No obstante, el Gobierno no logra un apoyo mayoritario porque el programa de ajuste brutal que instrumentó desde hace un año ha producido severas consecuencias en la vida cotidiana que hace que una buena parte de la ciudadanía no acompañe su plan. La relación biunívoca entre el ajuste y este tipo de estabilización es la que estará sometida a escrutinio electoral el año que viene” explicó Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías.
Por primera vez en el semestre se imponen las respuestas positivas respecto a los efectos económicos “del sacrificio” y su funcionalidad para resolver los problemas de la Argentina, siempre en el contexto de la estructura polar de opiniones.
El desempleo permanece constante como un problema “más grave” que la inflación. Una mayoría contundente de encuestado cree que el Gobierno “trata mal” a los jubilados (63%).
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