El gobierno logró, una vez más, dividir a la oposición, incluido el peronismo, y obtuvo un importante triunfo en la Cámara de Diputados al conseguir la suspensión de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Con 162 votos positivos, 55 negativos y 28 abstenciones, el proyecto ahora debe continuar su tratamiento en el Senado de la Nación, donde la vicepresidenta Victoria Villarruel deberá reunir los apoyos necesarios para convertirlo en ley.
La aprobación se alcanzó con los votos del oficialismo, el PRO, el MID, parte del radicalismo, la Coalición Cívica y otros aliados. Lo que más preocupó fue que 43 legisladores de Unión por la Patria (UxP) votaron en contra, mientras que 25 lo hicieron a favor. Entre los que respaldaron el proyecto del gobierno se encuentran los bonaerenses que responden al Frente Renovador de Sergio Massa y los alineados con los gobernadores de Catamarca y Santiago del Estero, además de legisladores de Santa Fe y Chubut.
En cuanto a las abstenciones, hubo 24 dentro de UxP, entre ellas la de Germán Martínez, así como las de Victoria Tolosa Paz, Luis Basterra, Gisela Marziotta, Sergio Casas, Ana María Ianni, Leandro Santoro, Aldo Leiva y Juan Manuel Pedrini.
No solo Unión por la Patria votó de manera fragmentada. El bloque Encuentro Federal, presidido por Miguel Pichetto, también mostró divisiones: 11 diputados votaron a favor de la suspensión, 4 en contra y 1 se abstuvo. “En el futuro, hay que imaginar una reforma de la Constitución. En términos del mandato de los diputados y los senadores, deben durar lo mismo que el mandato presidencial. Esta elección de medio término también desgasta el proceso político. Hay que volver a analizar el cuerpo extraño del balotaje. Creo que esto es la apertura de una discusión. Estoy a favor de suspender las PASO”, sostuvo Pichetto al fundamentar su voto.
Los cinco diputados de la izquierda también rechazaron la iniciativa, que ahora pasó al Senado. El Gobierno busca un tratamiento veloz, al igual que en Diputados. La fragmentación opositora y la amplia mayoría que votó afirmativamente anticipan un paso exitoso por la Cámara alta.
La división del voto en el peronismo es una mala señal hacia adentro del espacio, ya que evidencia una provincialización del partido, donde Cristina Kirchner parece perder poder dentro del bloque. Esta situación abre una fuerte discusión en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof busca separar las elecciones provinciales de las nacionales, algo con lo que la expresidenta no está de acuerdo.