Si bien durante el fin de semana desde el gobierno bonaerense hicieron hincapié en que “existía diálogo permanente con el gobierno Nacional” a propósito de las tareas conjuntas para hacer frente a la tragedia por el temporal en Bahía Blanca, este lunes el gobernador Axel Kicillof volvió a diferenciarse de Javier Milei, quien decidió no viajar hacia esa ciudad por temor a ser escrachado por los vecinos.
“Lo que se mostró estos días, con los llamados, con el compromiso, con muchísimas donaciones es una enorme, universal, masiva, mayoritaria refutación acerca del país que nos quieren vender”, marcó el mandatario bonaerense.
Desde la localidad de Castelli, en un acto por el inicio del ciclo lectivo en el nivel secundario, Kicillof renovó sus dardos tras una breve distención con el gobierno nacional, y le achacó a los libertarios que “hay otro país, que tiene que ver con la solidaridad y el amor”.
Al respecto, contrastó: “No el odio, no el insulto, no la degradación, no el ‘sálvese quien pueda’, no el individualismo y no el egoísmo, sino esas grandes gestas que hizo la Argentina desde la creación de su país que tienen que ver con pensar en el otro, con extender la mano, con no estar ni receloso ni encerrado en uno mismo”.
Y agregó: “Son épocas en las que, no solo en la Argentina y desde el gobierno nacional y el propio presidente, hay una corriente de pensamiento a nivel internacional que dice algo así como que para que te vaya bien tenés que esforzarte, como si estuviéramos en una guerra los unos contra los otros; que cada uno tiene que salvarse solo como si no se pudiera contar con los demás, como si fueran competencia”.
Además, recordó al gobierno del PRO: “Vino un gobierno de motosierra, el de (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal fue de ajuste de motosierra, de ‘no hay plata’. No fue cero obra pública, pero fue poca y después parar todo, con lo que implica detener una obra”, criticó Kicillof, y advirtió que en la provincia de Buenos Aires “el actual gobierno paralizó 1.000 obras”.
A su vez, hizo alusión a la catástrofe que tuvo lugar en Bahía Blanca, a la que calificó como una “tragedia inmensa”, y destacó la importancia de la presencia del Estado. “Estuvimos inmediatamente ahí; lo menciono por una cuestión que tiene que ver con el Estado. Lo que pasó en Bahía Blanca llena de emoción, porque estuvieron el Estado, los laburantes, los trabajadores de la salud, el pueblo, la sociedad, la provincia”, enumeró.
“Llovió como nunca en la historia, duplicó las lluvias más grandes en la historia de Bahía Blanca. Fue una catástrofe sin precedentes y demostró una diferencia de concepción en el tipo de sociedad que queremos construir”, expresó.
Milei no viajará a Bahía Blanca
A diferencia de lo que ocurrió cuando, recién asumido, visitó disfrazado de militar la ciudad golpeada por un tornado, esta vez Milei no quiere ir a Bahía Blanca por temor a enfrentar la bronca de los vecinos afectados por la devastadora inundación que ya causó al menos 16 víctimas fatales.
Fuentes del Gobierno confirmaron que el presidente teme un escrache como el que sufrieron el sábado último Patricia Bullrich y Luis Petri, quienes se encontraron con el reclamo de vecinos indignados porque llegaron, se sacaron una foto y se fueron, no sin antes haber conseguido suficiente material para subir videos subtitulados a sus redes.
Milei evaluó sobrevolar la zona de desastre como hizo en Córdoba con los incendios, pero en su entorno le sugirieron no hacerlo ya que podría exacerbar la bronca de los damnificados. De hecho, en Córdoba dejó plantados en la pista a los bomberos que se habían alienados para recibirlo, lo que terminó indignando a los cordobeses.
Ayer, Milei se comunicó con el intendente bahiense Federico Susbielles y le prometió ayuda, aunque sin especificaciones. Ahí, le habría informado su decisión de no viajar a Bahía Blanca y que, como argumento, expuso su intención de “no buscar una foto”, como si no fuera posible hacer una visita simplemente para interiorizarse de la situación como presidente, sin la intención de buscar una foto.
En esa comunicación, Milei le anunció a Susbielles que ordenó a Bullrich y Petri que vuelvan a la zona de catástrofe, luego que hace apenas unas horas fueron insultados por los vecinos por ir al lugar sin anuncios, pero con fotógrafos. En ese altercado la que peor la pasó fue la ministra de Segulridad, mientras que Petri se mantuvo a prudente distancia, y evitó salir en ayuda de su colega de gabinete.