El Senado definió posponer por segunda vez la sesión de Ficha Limpia para celebrar una sesión exclusiva en homenaje al Papa Francisco este jueves 24. Sin embargo, la decisión no escapó a las especulaciones políticas, en plena campaña electoral, y la disputa sobre quién está al frente del proyecto que tiene como principal objetivo dejar a Cristina Kirchner fuera de las candidaturas nacionales, se enmarca en la proximidad de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires el próximo 18 de mayo.
Desde el PRO, que de manera cínica e hipócrita levantan la bandera de la ética pública, sospechan que el Gobierno buscaba una excusa para volver a dilatar el tratamiento de la ley, que prohíbe la candidatura de personas condenadas por corrupción en segunda instancia, en favor de un hipotético acuerdo del triángulo de hierro con la ex presidenta.
El hecho es que la sesión por Ficha Limpia se volvió a patear —esta vez para el 7 de mayo—, en una danza dilatoria que refleja la incomodidad originaria del Ejecutivo con una ley que le interesa más como amenaza que como esquema normativo.
A nivel ideológico, en el Gobierno reconocían, al principio, que era una ley que limitaba las candidaturas de líderes populares. Así, la tropa digital libertaria salió a cuestionar que si Estados Unidos, por ejemplo, hubiera tenido Ficha Limpia, Donald Trump no hubiera podido ser presidente. Estaba, además, el cálculo electoral: un sector del Gobierno consideraba que convenía más tener a CFK jugando en la cancha, para polarizar.
La diputada del PRO, Silvia Lospennato, principal impulsora del proyecto en la Cámara baja y ahora candidata de Mauricio Macri para la legislatura porteña, en las últimas horas exteriorizó su desesperación por la demora, agitó la disputa contra los libertarios y acusó al senador oficialista, Ezequiel Atauche, de oponerse a votar el proyecto antes de las elecciones el 18 de mayo.
Para Unión por la Patria todo era ganancia: la mayoría de los senadores quería una oportunidad para homenajear a Jorge Bergoglio y, de paso, ganaban tiempo para continuar negociando por Ficha Limpia. Una ley que, de sancionarse, le cerrará la puerta a una futura candidatura de CFK a cualquier cargo nacional. No así a uno local, porque Cristina podría continuar siendo candidata por la Tercera Sección bonaerense aún con Ficha Limpia.
El acuerdo para suspender la sesión y reemplazarla por un tributo al papa Francisco estaba casi cocinado, pero el problema era la desconfianza de los aliados del oficialismo con el mismo oficialismo. No era la primera vez que La Libertad Avanza boicoteaba el tratamiento de la Ficha Limpia a modo de gesto al kirchnerismo, y en la UCR y el PRO querían asegurarse que habría próxima sesión y que, esta vez, no habría sorpresas.
Unas horas después de que el Senado decidiese que el jueves solo se sesionaría para homenajear a Francisco, de modo de no generar tensiones políticas, Lospennato saldría en televisión y acusaría a Atauche de empantanar el debate. “Atauche se puso de acuerdo con el kirchnerismo para no tratar Ficha Limpia. Yo quiero creer que el presidente no sabe que Atauche dijo esto”, cuestionó la candidata porteña, que denunciaba que LLA no quería sancionar la ley para no hacer campaña por ella.
Durante dos meses, el proyecto casi ni avanzó. Hubo intentos, pero siempre se terminaba dilatando. El Gobierno prefería utilizarlo como una amenaza o prenda de negociación —dependiendo del clima de las conversaciones— con el kirchnerismo. Fue, por ejemplo, un factor que siempre estuvo encima de la mesa en la negociación por los jueces de la Corte Suprema, y no fue hasta que el Senado rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla que el Ejecutivo decidió declararle la guerra al kirchnerismo y convocó, por primera vez, una sesión especial para tratar el tema.