El gobierno nacional empeora día a día en las encuestas. Con argentinos que no llegan a fin de mes y un consumo en caída, sigue los pasos de Los ingenieros del caos, el libro de Giuliano da Empoli, que ofrece las recetas de la nueva derecha mundial, cuya base es despedir a un funcionario cada día y atacar diariamente a un político o periodista. Es la política del caos y el odio.
Ayer, el presidente echó a Franco Mogetta, secretario de Transporte, y ya suma, en un año y medio, más de 140 funcionarios desplazados entre ministros y secretarios. Nicolás Posse, Diana Mondino y Guillermo Ferraro son solo algunos de ellos.
Desde hace un tiempo, el presidente está obsesionado con la prensa. Ataca diariamente a un periodista o medio. “Hay un intento de mentir de manera sistemática, siempre en contra de mi persona”, afirma, y agrega: “Van a tener que empezar a pedir perdón, porque si no, la gente se los va a enrostrar”.
En las últimas horas defendió a Santiago Caputo, quien amenazó a un joven fotógrafo de Tiempo Argentino, y retuiteó un tuit de Agustín Laje, el ideólogo de la ultraderecha argentina, que también había atacado a la prensa. “El Gordo Dan” le pidió al presidente que “meta preso por decreto” a los periodistas.
En otro tuit, Milei había dicho que “la gente no odia lo suficiente a los periodistas” y remató: “Si no empiezan a pedir perdón, cada día valdrá más la frase: ‘la gente no odia lo suficiente a los periodistas’”.
Mientras el presidente se dedica a odiar y mentir, y grita a los cuatro vientos que seguirá echando trabajadores y cerrando empresas, los presidentes de América Latina conmemoraron el 1° de Mayo con anuncios concretos en defensa de los trabajadores.
Luiz Inácio Lula da Silva anunció la reducción de la jornada laboral y mejoras salariales: “Profundizaremos el debate sobre la reducción de la jornada laboral actual en el país, en la que los trabajadores pasan seis días en el trabajo y sólo tienen un día libre, la jornada conocida como 6×1. Es hora de que Brasil pueda dar ese paso, escuchando a todos los sectores de la sociedad, para permitir un equilibrio entre la vida profesional y el bienestar de los trabajadores”, declaró el mandatario.
Medidas similares a favor de los trabajadores fueron anunciadas por los presidentes de México, Chile y Colombia. Una gran diferencia con este personaje, que solo parece odiar a los trabajadores.