El nuevo papa León XIV continúa el legado de Francisco y profundiza la defensa de la justicia social, tal como lo planteó la Iglesia en la encíclica Rerum Novarum de 1891, escrita por el papa León XIII. Ese documento histórico defendía los derechos de los trabajadores, el surgimiento de los sindicatos y advertía sobre los abusos de los empresarios que explotaban a sus obreros.
Mientras los presidentes de todo el mundo transmitían mensajes profundos y emotivos por la llegada del nuevo Pontífice, el presidente Javier Milei publicó un meme con la imagen de un papa con cara de león acompañado de la frase: “Las fuerzas del cielo han dado su veredicto de modo claro. No más palabras, señor juez. Fin”. Lamentable, otro papelón.
Pero ese no fue el único exabrupto del libertario en la jornada. Durante su participación en el 11º Latam Economic Forum 2025, afirmó que es falsa la teoría de la explotación laboral, sosteniendo que en realidad “los trabajadores explotan al patrón”. Según el presidente, la teoría marxista de la plusvalía —que postula que el empleador se apropia de parte del valor generado por el trabajo— es errónea.
“Lo que hay que entender es que, si el dinero es un bien de intercambio indirecto, quiere decir que ustedes lo demandan porque sirve para comprar otros bienes. Por ejemplo: ustedes le venden trabajo a su empleador a cambio de pesos para, con esos pesos, comprar otros bienes”, sostuvo Milei. Y agregó: “No sé si se acaban de dar cuenta de que acabo de usar un formato, a la (Murray) Rothbard, que acaba de destruir la teoría de la explotación: ustedes le compran dinero a su empleador. Se acabó la Teoría de la Explotación”. Y sin lógica, concluyó: “Sólo por plantear la discusión de una manera distinta, hace que se termine con la teoría de la explotación, salvo que los trabajadores estén explotando a los empresarios. Porque son los que compran dinero a cambio de trabajo”.
Ya en 1891, León XIII advertía en su encíclica: “La violencia de las revoluciones civiles ha dividido a las naciones en dos clases de ciudadanos, abriendo un inmenso abismo entre una y otra. De un lado, la clase poderosa por su riqueza, que monopoliza la producción y el comercio, beneficiándose de toda la potencia productiva y gozando de gran influencia en la administración del Estado. Del otro, la multitud desamparada y débil, con el alma lacerada y dispuesta en todo momento al alboroto”.
Rerum Novarum critica la explotación laboral, la usura y condena la injusticia social. Llama a los gobiernos a proteger a los pobres como un deber moral del Estado y reconoce la justicia distributiva como pilar fundamental de la sociedad.
León XIII también afirmaba que “la propiedad privada es un derecho natural”, pero advertía que debía estar subordinada al bien común. Alertaba tanto sobre los males del liberalismo económico como del socialismo, y proponía un modelo de justicia social basado en la caridad cristiana y en la dignidad del trabajador.
Defendía el derecho de los trabajadores a un salario justo, condiciones laborales seguras y la organización sindical. Sostenía que la propiedad privada no debía usarse para oprimir ni explotar, y que el Estado tenía la responsabilidad de proteger los derechos de todos los ciudadanos, promover el bien común y garantizar una economía justa.
En resumen, Rerum Novarum es el primer documento que sienta las bases de la doctrina social de la Iglesia, orientada a construir una sociedad más justa y humana, respetuosa de los derechos de todos y basada en la justicia, la caridad y la cooperación.
Todo lo contrario a lo que piensa Javier Milei, quien ha llegado a decir: “El concepto de justicia social es aberrante; es robarle a alguien para darle a otro”.