“No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.” Esa histórica frase del general Perón parece haber sido invertida por el presidente Javier Milei, quien sigue demostrando desprecio por los trabajadores. Luego de anunciar que recortará subsidios con el argumento de poder comprar iPhone más baratos, medida que pone en riesgo el empleo de más de 7.000 familias en Tierra del Fuego, Milei volvió a recurrir a su herramienta favorita: X, donde disparó mensajes cargados de odio.
El presidente retuiteó varios posteos agraviantes. Uno de ellos afirmaba, falsamente, que la provincia más austral del país es “un pueblo diseñado para vivir del empleo público”. Una afirmación desmentida por la realidad: en Tierra del Fuego, la mayoría de los empleos son generados por el sector privado, especialmente en la industria electrónica y tecnológica.
Uno de los tuits más polémicos provino del usuario libertario “Pegonero”, quien escribió: “Parece que encontraron todas las excusas para no hacer nada: pesca, energía, turismo… a cualquier actividad humana le encontraron la vuelta para prohibirla o castigarla. Son solo una granja de votos socialista.”
Frente a este escenario, la preocupación crece entre empresarios, trabajadores y autoridades de la provincia. Luis Galli, CEO del grupo Newsan, fue contundente:“Al eliminar los aranceles, será casi imposible mantener las grandes fábricas ensambladoras.”
El gobernador Gustavo Melella no se quedó callado. Respondió con dureza, calificando de “atorrante” al ministro Federico Sturzenegger y al diputado José Luis Espert, quien había lanzado otra provocación:“Viejo provocador e ignorante que opina desde el microcentro porteño”, dijo Melella.
Quien también se pronunció fue el dirigente social Juan Grabois, quien apuntó directamente al gobierno nacional por su política económica:“Bien de garca”, dijo en referencia a las medidas del oficialismo que “liberan precios y congelan salarios”.
En su cuenta de X, Grabois relató una situación ocurrida durante una visita al mayorista Macro, en Panamericana:“Nos encontramos con los laburantes reclamando el sueldo que no les pagan, porque el gobierno —que decía que nunca iba a intervenir en acuerdos entre privados— no reconoce las paritarias. Obviamente, los garcas de las empresas se montan en eso para cagar a los trabajadores. Después, cagan a los consumidores, y ahí sí, el gobierno no interviene para controlar precios.” Y concluyó: “Es una política bien de garca: congelan los salarios y liberan los precios.”
Un presidente que odia el trabajo genuino y nos propone la estafa de las criptomonedas.