El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, uno de los discípulos más cercanos al papa Francisco, le reclamó al presidente Javier Milei, cara a cara, por la difícil situación que atraviesan los jubilados. También criticó con dureza “el terrorismo de las redes sociales” y la proliferación de noticias falsas durante el Tedeum por el 25 de mayo, celebrado en la Catedral Metropolitana.
Ante la presencia del presidente, miembros del Gabinete, legisladores y autoridades del gobierno porteño, García Cuerva expresó: “Venimos a pedirle a Dios que nuestra Argentina se cure y viva. Experimentamos que se está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto. Y si se mueren esos valores, se muere el futuro.”
En un momento, miró directamente a Milei y lanzó una pregunta que resonó en todo el templo: ¿Cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?” Y añadió: “Argentina sangra en la inequidad entre quienes se laburan todo y aquellos que han vivido de privilegios, alejados de la calle, del transporte público, de saber cuánto cuestan las cosas en un supermercado.”
La homilía del arzobispo reflejó un fuerte malestar social. Advirtió sobre el agotamiento de la ciudadanía frente a la política tradicional, evidenciado en la baja participación electoral del pasado 18 de mayo.
“Años de promesas incumplidas, elecciones que nos hicieron perder las ganas de participar, de involucrarnos, de cumplir con el deber ciudadano de votar, porque pensamos que otra vez será lo mismo, que nada va a cambiar. Sentimientos e ideas que afloran cuando sentimos que nos mintieron muchas veces.”
García Cuerva también denunció el avance del narcotráfico como “un Estado paralelo” en algunos barrios, y señaló la situación desesperante de los más vulnerables:
- Personas en situación de calle
- Familias afectadas por las inundaciones
- Personas con discapacidad
- Madres desesperadas por evitar que sus hijos caigan en la droga o el juego
“La herida de los jubilados sangra hace años”
Volviendo al tema previsional, el arzobispo fue enfático: “Los jubilados merecen una vida digna, con acceso a medicamentos y a una alimentación adecuada. Esa herida sigue abierta y sangra hace años, pero como sociedad debemos curarla pronto.”
Y agregó, dirigiéndose a los funcionarios presentes: “Muchos pueden ser responsables de esta triste situación, pero la oportunidad de resolverla es hoy.”
También criticó el rol de los medios de comunicación y el uso de las redes sociales como instrumentos de violencia simbólica:
“El Santo Padre León XIV decía que la paz comienza por el modo en que miramos y escuchamos a los demás. Debemos decir no a la guerra de las palabras y de las imágenes.”
Finalmente, hizo un llamado a la unidad nacional: “El que tengo al lado es un hermano, no un enemigo. Basta de arrastrarnos en el barro de la violencia y las calificaciones. Argentina, ponete de pie. Es hora de unirnos, no de empujarnos en un ‘sálvese quien pueda’.”
Al llegar a la Catedral Metropolitana, el presidente Javier Milei volvió a generar incomodidad al negarle el saludo a la vicepresidenta Victoria Villarruel. A pesar del desplante, Villarruel lo acompañó en la tradicional ofrenda floral en el mausoleo de José de San Martín.
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El mensaje de García Cuerva fue directo para Milei y sus funcionarios, que hoy están dentro del barco, pero también indirecto para los que se bajaron hace poco, los que están afuera de este gobierno de insensibles, inhumanos, discriminadores.