La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, muy cercana a la expresidenta y a La Cámpora, horas después de que la Corte Suprema de Justicia confirmara la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos sobre la ex presidenta, culpó al gobernador Axel Kicillof por desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires y “dejar sola a Cristina”.
“Hubiera sido muy distinto si la provincia de Buenos Aires no hubiera desdoblado, ¿no? Estaríamos hablando de esto recién en octubre, con las candidaturas de todas las provincias al mismo tiempo”, dijo la senadora.
Según Fernández Sagasti, la estrategia electoral terminó debilitando a la figura de Cristina en un momento clave. “Al desdoblar la provincia de Buenos Aires, quedó descalzada y ella quedó sola en esta batalla”, expresó en diálogo con Futurock.
Las declaraciones de la senadora no ayudan al peronismo y le hacen el juego al establishment económico —los Magnetto, los Paolo Rocca, los Blaquier— que festejaron la cárcel y proscripción de Cristina Kirchner.
La derecha, una vez más, se equivoca. Se equivocaron en 1945 cuando detuvieron a Perón; en 1955, con la proscripción que duró 17 años; y en 1976, con los 30.000 desaparecidos durante la última dictadura militar.
Anoche, Cristina señaló: “Me pueden meter presa, pero las jubilaciones no alcanzan, los salarios son de pobreza, los medicamentos son más caros, y los padres van a seguir creyendo que sus hijos tienen derecho a comer cuatro comidas al día”. Ante su militancia, agregó: “Tardará más o menos tiempo, pero el pueblo es como un río. Yo espero que sea el peronismo ese espacio político que conduzca”.
Es bueno recordar aquellas palabras de Perón cuando llegó al Paraguay para su largo exilio. A los pocos días, recibió al periodista norteamericano Bob Mayers, de la National Broadcasting Company, quien le realizó una entrevista para la televisión estadounidense.
Al final del reportaje, el periodista le preguntó qué pensaba hacer para retornar:
—¿Yo…? Nada, en absoluto.
Se produjo un breve silencio y Perón agregó:
—Todo lo harán mis enemigos.
Las chicanas, en estos momentos, no sirven. El futuro del peronismo está en el peronismo mismo.