
Mientras el gobierno nacional aplica un ajuste fiscal sin precedentes y sectores del poder económico, mediático y judicial avanzan contra el liderazgo de Cristina Kirchner, el peronismo bonaerense mantiene firme su fortaleza territorial en el Conurbano. Los intendentes continúan gozando de elevados niveles de apoyo ciudadano, reflejo de gestiones municipales que, aún con recursos recortados desde la Nación, logran sostener políticas de cercanía, obras y contención social.
En ese marco, el gobernador Axel Kicillof tomó una decisión estratégica: desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. El próximo 9 de septiembre, los bonaerenses concurrirán a las urnas para definir su futuro provincial, en un escenario en el que la gestión local podría ser un factor decisivo.
La mayoría de los jefes comunales que deberán renovar sus concejos deliberantes conservan una imagen positiva que, en algunos casos, supera el 62%. Prácticamente la totalidad de los intendentes superan los 50 puntos de imagen positiva, y sólo tres se ubican ligeramente por debajo de los 40 puntos. Esto refleja un fuerte respaldo a sus gestiones, pese a la falta de apoyo financiero del gobierno nacional para obras públicas, educación y salud.
El estudio mensual de CB Consultora Opinión Pública, dirigido por el analista Cristian Buttié, arrojó resultados alentadores para el peronismo tras relevar la imagen de los 24 intendentes del Conurbano bonaerense. La encuesta se realizó con entre 543 y 690 casos por distrito, con un margen de error de entre 3% y 4%.
El ranking de imagen positiva es encabezado por el intendente de Pilar, Federico Achával, con un 62,8%. Lo siguen: Fernando Gray, de Esteban Echeverría, con el 62,3%; Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, con el 62%; Julio Zamora, de Tigre, con un 61,8%; Federico Otermín, de Lomas de Zamora, con un 55,7%; Mariel Fernández, de Moreno, con un 52,1%; Juan Andreotti, de San Fernando, con un 51,6%; Juan José Mussi, de Berazategui, con un 50,8%; Mariano Cascallares, de Almirante Brown, con un 50,5%; Mayra Mendoza, de Quilmes, con un 49,7%; Lucas Ghi, de Morón, con un 46,9%; Gustavo Menéndez, de Merlo, con un 46,8%; Jorge Ferraresi, de Avellaneda, con un 46,5%; Fernando Espinoza, de La Matanza, con un 45,7%; Mario Ishii, de José C. Paz, con un 45,3%; Julián Álvarez, de Lanús, con un 44,8% y Fernando Moreira, de San Martín, con un 42,1%.
Solo tres intendentes peronistas se ubican por debajo de los 40 puntos de imagen positiva: Pablo Descalzo, de Ituzaingó, con un 39,5% Andrés Watson, de Florencio Varela, con un 38,6% y Damián Selci, de Hurlingham, con un 38,2%.
En un escenario de fragmentación interna y debate por los liderazgos nacionales tras la proscripción de Cristina Kirchner, los intendentes bonaerenses emergen como garantes de gobernabilidad y posible factor de unidad en el armado electoral.
2 Comentarios
La cercanía sigue siendo clave en la política. Los intendentes marcan la diferencia donde el Estado nacional se retira.
La falta de apoyo desde Nación complica todo. Menos obra, menos políticas públicas y más presión en lo local.