El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, defendió el llamado “Consejo de Mayo” y afirmó que el presidente necesita un segundo mandato para completar el proceso de transformación que incluye la reforma laboral y previsional.
Mientras tanto, el presidente Milei vetó la ayuda destinada a los vecinos de Bahía Blanca y otras localidades del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, afectadas por las tremendas inundaciones ocurridas el pasado 7 de marzo. La asistencia había sido aprobada por el Congreso.
A comienzos de este mes, el Congreso sancionó —con 153 votos a favor, ninguna abstención y 32 votos en contra (todos de La Libertad Avanza)— la Ley 27.790, que declaró la emergencia por 180 días en las zonas afectadas y obligaba al Gobierno nacional a crear un fondo especial de 200 mil millones de pesos para otorgar subsidios y créditos destinados a la reconstrucción de la infraestructura estatal y la reparación de viviendas de la población damnificada. Además, establecía exenciones impositivas, una moratoria de 180 días para deudas, la promoción de obras con mano de obra local y una línea de créditos blandos a través del Banco Nación.
Tras el veto de la Ley de Emergencia, las autoridades del Partido Justicialista bonaerense difundieron un comunicado en sus redes sociales en el que criticaron con dureza la decisión del oficialismo y aseguraron que no les sorprendía semejante indiferencia.
“La ayuda por una emergencia es un gasto para el gobierno nacional, no sorprende. Avanzan con la gente afuera”, expresó el PJ bonaerense, conducido por Máximo Kirchner.
“El mismo día que el endeudador del ministro de Economía, Luis Caputo, se prepara para recibir una misión del FMI y cruza los dedos por las palmadas en la espalda, el Presidente le niega a los bonaerenses la ayuda necesaria para recuperarse de una tragedia”, agregaron. Y concluyeron: “Nada nuevo: fuertes con los débiles, débiles con los poderosos”.