El presidente Javier Milei, acorralado por la crisis económica y por la investigación parlamentaria en torno a la estafa con los fondos $LIBRA, viajó a La Plata para cerrar el primer congreso partidario de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires. Desde allí, se dedicó a insultar con violencia a quienes piensan diferente, a quienes calificó de “ratas”, “parásitos mentales” y “brutos”.
Sobre el gobernador Axel Kicillof —reelecto por amplia mayoría en 2023—, el Presidente lo trató de “pichón de Stalin”, “soviético” y “un pelotudo que tiene dificultades para hacer un cero con un vaso”.
Furioso por la gestión provincial, que continúa inaugurando escuelas, centros de salud y rutas, Milei cargó contra su principal adversario político para 2027: “De persistir en este rumbo, la provincia de Buenos Aires será una villa miseria gigante. Un modelo de violencia y analfabetismo. Un estado de naturaleza donde no hay imperio de la ley y demasiados compatriotas viven condenados a existencias brutales y breves”.
En otro tramo de su discurso, el presidente sostuvo: “Ellos aún tienen el control del territorio. Queremos traer el modelo que ya aplicamos en Nación a la Provincia. Acá es donde huyeron todas las ratas cuando se hundió el barco. Hay que hacer limpieza, y eso es lo que haremos en septiembre y en octubre”.
Y remató con otra frase cargada de odio: “Vamos a terminar con todos estos parásitos mentales”.
Antes de concluir, Milei dijo sentirse “entre hermanos de armas ante la batalla que se avecina en la provincia del pichón de Stalin, Axel Kicillof”. Luego añadió: “Tenemos por delante llevar el modelo de la libertad a una provincia donde gobiernan mafias, donde la sociedad exige un cambio”. Y acusó a la provincia de haber desdoblado las elecciones “para que menos gente vaya a votar y gane el voto rentado. Porque nos tienen miedo”, concluyó.
Milei definió a Kicillof como “el último zar de la miseria, heredero de un modelo que destruyó todo lo que tocó. Un monarca diminuto”.
El coro de agravios libertarios
Del encuentro partidario participaron también otros referentes de La Libertad Avanza. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sostuvo: “Somos el contraproyecto de Kicillof. Nosotros respaldamos a las víctimas. Ellos, a los victimarios. Nosotros apoyamos a las fuerzas de seguridad. Ellos les dan la espalda. Los políticos hacen de la Policía bonaerense una herramienta propia”.
El diputado y candidato José Luis Espert no se quedó atrás: “La provincia de Buenos Aires está detonada. Es un baño de sangre por culpa del maldito kirchnerismo. Y eso lo vamos a terminar los liberales. Esta provincia es una covacha de inútiles, corruptos y delincuentes”. Y remató: “La gente está muerta de miedo porque Kicillof entregó la provincia a los delincuentes”.
Incluso el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, quien no puede salir a la calle por los insultos, se sumó al tono beligerante: “¿Ustedes están listos para la batalla? Entonces que las elecciones legislativas sean el Waterloo del kirchnerismo, donde les demos una patada en el tujes y se vayan de una vez por todas”.