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12 septiembre, 2025
MUNDO SECTAS

La historia de Marcial Maciel, fundador de Los Legionarios

Un extraordinario documental en cuatro capítulos de HBO MAX  donde cuentan la historia de Marciel Maciel, el fundador de Los Legionarios de Cristo, con más de 60 abusos a menores y que estuvo a punto de ser santificado.

Compartimos un texto publicado en el libro Shopping Espiritual de Alfredo Silletta (2007):

En junio de 2006, la poderosa secta mexicana católica Los Le gionarios de Cristo, fundada por el padre Marcial Maciel, recibió un durísimo golpe por parte del Vaticano al imponerle al fundadorres-tricciones a su ministerio, luego de una exhaustiva investigación por acusaciones sobre abusos sexuales en menores. El papa Benedicto XVI decidió someterlo a un “proceso canonico” por su elevada eda (86 años) e invitarlo a una “vida reservada de oración y penitencia”. La medida implico el fin de los sueños de santificar al fundador de Los Legionarios de Cristo luego de su muerte, ya que la Iglesia reconoce que es un pederasta.

Los origenes

Los grupos con características sectarias necesitan siempre contar la historia oficial para “santificar” al líder. Los Legionarios de Cristo relatan que su fundador el padre Marcial Maciel nació en 1920 en la ciudad de Cotija de la Paz, México, sobrino de un importante obispo. Decidió ingresar al seminario de Veracruz a los 16 años. A esa temprana edad recibió “la inspiración” de fundar una congregación religiosa destinada a extender el Reino de Cristo en la Tierra. Recién, cinco años después, en 1941, fundó la Congregación Los Legionarios de Cristo y en 1959 el apostolado laico Regnum Christi.

El padre Maciel estaba convencido de que los miembros de su organización tienen que pertenecer a las clases altas de México y para ello se dedicó a fundar una red de colegios y universidades que le permitió captar jóvenes de las clases más pudientes. Igual que el Opus Dei, con quien compiten por el mismo público, instauró en los años 50 un Centro de Estudios Superiores de la Legión en Roma para estar cerca de los poderes del Vaticano.

El padre Maciel encontró a través de la llamada teología de la prosperidad que podría evangelizar a los sectores empresariales, poderosos y así construir rápidamente su imperio. Los legionarios de Cristo se convirtieron en una de las organizaciones que más crecieron y hoy cuentan con 600 sacerdotes y 2300 seminaristas, con una edad promedio de 18 años, en 38 países. Paralelamente la organización laica Regnum Christi promueve la formación de evangelizadores de tiempo completo y son dueños de los mejores institutos de enseñanza de México. El padre Maciel creó una organización llanada Mano Amiga, donde recibe subsidios del Estado y sostiene colegios en zonas pobres donde también capta futuros miembros pe ra la organización. También poseen radios y diversos medios de comunicación que les permiten expandir sus ideas por todo el mundo

La amistad del padre Maciel con Juan Pablo II le permitió obtener cada vez más poder dentro de la Iglesia en Roma. El egocentrismo lo llevó a formar en los años noventa un grupo de investigadores que documentarían su biografía para llegar rápidamente a los altares de la santidad como había sucedido con Escrivá de Balaguer, su gran competidor. Su soberbia lo había llevado a decir que la ligle-sia lo santificaría en vida y los miembros de la legión ya lo trataban como un santo.

 

 

Pero sucedió un hecho inesperado. Juan Pablo Il declaró en 1994 al padre Maciel “guía eficaz de la juventud que ha querido poner a Cristo como criterio, centro y modelo de toda su vida y labor sacerdotal”. Fue allí que un grupo numeroso de católicos, todos practicantes de más de 60 años de edad, decidió romper el silencio y denunciar públicamente que un pederasta no podía ser “guía ef-caz de la juventud”.

Las primeras acusaciones sobre abuso sexual a menores que cayeron sobre el padre Maciel datan de 1956, cuando fue suspendido.

En ese entonces, la Iglesia realizó una investigación pero en 1959 concluyó que no había pruebas suficientes y se lo restituyó en su cargo. Eran otras épocas, donde los temas vinculados al abuso sexual se tapaban más, por temor y vergüenza, como si la víctima “algo hubiera hecho”. Incidía en esta actitud el temor frente a una sociedad machista que lo estigmatizaría como “maricón”.

En 1997, un grupo de hombres importantes de México que cuando niños y adolescentes habían sido abusados por el padre Maciel, decidieron organizarse para poder llegar con su testimonio al Vaticano. Al principio la Iglesia mexicana intentó ocultar la situa-ciốn pero finalmente el obispo de Coatzacoalcos, Carlos Talavera, decidió entregar una carta con varias denuncias al Vaticano, más exactamente al prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, que en ese momento era el cardenal joseph Ratzinger.

El padre Maciel logró, gracias a su estrecha amistad con el cardenal Ángelo Sodano, congelar la investigación, pero en enero de 2005, cuando el Papa ya estaba muy enfermo, Raztinger, que no quería ninguna mancha para la santificación deJuan Pablo II, reabrio la causa.

 

La investigación del Vaticano, que duró varios años, permitió escuchar más de 30 relatos escalofriantes de víctimas, la mayoría, hoy personas adultas, que se refirieron a los abusos del padre Maciel. Según se desprende de algunos testimonios, Maciel los elegía bonitos y preadolescentes. Las prácticas, repetidas en casi todos los testimo-nios, son aterradoras. El padre invitaba a los niños o adolescentes a su cuarto. Luego se desvestía, los hacía desvestir y los convencía de que tenían que “aliviarle” los dolores que le provocaba el malig-no. Si se resistían y no querían tener sexo, se conformaba con que lo masturbaran. Luego les decía que tenía “dispensa papal” porque estaba enfermo. Luego, si algún niño tenía dudas, era amenazado para que no contara lo que pasaba dentro del cuarto del cura pede-rasta. “El que cuenta se va al infierno”, era su amenaza. O trataba de tranquilizarlos: “No te preocupes si tienes remordimiento de con-ciencia, yo te doy la absolución”.

 

Merece destacarse que, debido a sus gustos sexuales, ya había sido expulsado de su primer seminario de Moctezuma en 1937, peto el ser sobrino del cardenal Rafael Guizar y Valencia le procuró el silencio de la Iglesia en aquel momento. Finalmente contínuó en otros seminarios hasta recibirse de sacerdote en 1944. Sin lugar a Cadas, su jerarquía como fundador de su propio grupo le permitió durante décadas ser un abusador sin que nadie contara nada. El era el supremo, el “santo” de los Legionarios de Cristo.

El informe del Vaticano ha sido demoledor para el fundador de Los Legionarios de Cristo. Las malas lenguas dicen que el padre Ma-cel intentó por todos los medios frenar la investigación pero que perdió la batalla” frente al Opus Dei, otra de las organizaciones poderosas que presionó para que avanzara la investigación. Los seguidores del Opus no querían que fuera santificado el fundador de Los Legionarios de Cristo. Así podrían demostrar al mundo que no es lo mismo el padre Maciel, denunciado por pederasta, que Escrivá de Balaguer, que ya habia sido santificado.

 

Tráiler de la serie publicada en HBO-MAX

 

 

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