Mientras el presidente Javier Milei y su entorno en la Casa Rosada no logran superar el golpe electoral del pasado 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires —frente al peronismo y al gobernador Axel Kicillof, su “mayor enemigo”—, empiezan a conocerse nuevas encuestas que muestran un cambio drástico rumbo al 26 de octubre.
Hasta hace poco, todos los sondeos anticipaban que Milei superaría el 45% en las legislativas de octubre. Ahora, los estudios lo ubican apenas en torno al 30%. Tras casi dos años de “motosierra”, maltrato, sueldos en caída, despidos, jubilados sin aumentos y desfinanciamiento de la educación y la salud pública, los argentinos parecen haberle dado la espalda. A eso se suma el escándalo por el desvío de fondos destinados a personas con discapacidad, que salpica incluso a la hermana del presidente.
En este contexto, la última encuesta de CB Consultora Opinión Pública —realizada entre el 8 y el 12 de septiembre en territorio bonaerense— muestra un escenario completamente distinto al que la propia firma proyectaba antes del 7 de septiembre, cuando La Libertad Avanza ganaba por casi siete puntos. Hoy, el estudio marca una ventaja de Fuerza Patria, con Jorge Taiana como primer candidato, sobre el libertario José Luis Espert.
Según los datos, el peronismo alcanza el 41,7% de intención de voto frente al 35,4% de La Libertad Avanza. Mucho más atrás quedan Florencio Randazzo (Provincias Unidas) con 6,2% y Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) con 3,1%.
El informe también mide imagen y potencial electoral. En imagen positiva, Taiana y Espert están casi empatados (32,8% y 32,7% respectivamente), pero el diputado libertario carga con una negativa mucho más alta: 57,2% contra 30,4%.
En potencial de voto, las diferencias se acentúan. Taiana tiene un 26,6% de “seguro lo votaría” y 17,7% de “podría votarlo”, con un 45,8% que afirma que “nunca lo votaría” y 9,8% de indecisos. Espert, en cambio, registra 25,7% de voto seguro, 11,8% de voto posible, 55,1% de rechazo total y 7,3% de indecisos.
Con la imagen en picada, denuncias de corrupción que salpican a su propia hermana y un dólar que no da respiro, Milei mira cómo su experimento libertario se desarma antes de llegar a la mitad del mandato. El “león” rugía en campaña, pero hoy su rugido suena a maullido.