Mientras Javier Milei viaja a una cumbre de la extrema derecha en Miami, junto al presidente Donald Trump, en Nueva York ocurrió algo muy distinto: un migrante musulmán de apenas 34 años, Zohran Mamdani, arrasó en las elecciones con más de 50 puntos de ventaja y envió un mensaje directo a la derecha global.
“Puedo ver el amanecer de un día mejor para la humanidad”, citó Mamdani, recordando las palabras del histórico líder socialista Eugene V. Debs. Luego, mirando a cámara, lanzó una frase que hizo estallar al público: “Donald Trump, sé que me estás viendo… tengo cuatro palabras para vos: ¡subí el volumen!”.
Mamdani realizó una campaña disruptiva y sin dinero, pero logró movilizar a los jóvenes y a quienes sueñan con un mundo más justo. Prometió colectivos gratuitos, cuidado infantil universal, viviendas accesibles y supermercados administrados por la ciudad con precios bajos.
Su propuesta generó entusiasmo, pero también resistencia entre las élites. El motivo: planea aumentar en un 2% los impuestos a quienes ganen más de un millón de dólares anuales y equiparar la tasa fiscal máxima para las empresas a la de Nueva Jersey (11,5%), lo que permitiría recaudar unos 9 mil millones de dólares al año.
En un discurso vibrante, Mamdani advirtió: “Los multimillonarios quieren convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son quienes ganan 20. Quieren que nos enfrentemos entre nosotros para distraernos de reformar un sistema roto. Nos negamos a que sigan dictando las reglas del juego. Juntos abriremos paso a una nueva generación de cambio”.
Y fue más allá: “Si alguien puede mostrarle a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer. Y si hay una forma de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las condiciones que lo hicieron poderoso. Así no solo detendremos a Trump, sino también al próximo”.
Mientras Milei se abraza a Trump en Miami, Nueva York le da una lección al mundo: la esperanza también puede ganar elecciones.