Mientras nos enteramos de que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó en los Estados Unidos que ganó dinero con la Argentina al poner en funcionamiento una parte del swap de monedas, cuyo monto total asciende a US$ 20.000 millones, los argentinos no sabemos nada por el secretismo del Gobierno.
Aunque el monto exacto no fue precisado oficialmente, estimaciones del mercado sugieren que Argentina ya habría utilizado alrededor de US$ 2.700 millones, destinados a reembolsar a Estados Unidos los dólares empleados en la intervención cambiaria previa a las elecciones.
Bessent aseguró que con este movimiento “el Gobierno de Estados Unidos ganó dinero. Le prestamos dinero a un Gobierno para estabilizarlo durante una elección, uno de nuestros grandes aliados en Latinoamérica”, detalló. Además, negó que el dinero girado a la Argentina haya sido un “rescate”.
“¿Sabés lo que es una línea swap? En la mayoría de los rescates no se gana dinero. ¡El Gobierno de Estados Unidos ganó dinero!”, recalcó el titular del Tesoro en una entrevista con la cadena MSNBC.
Bessent está feliz, ya que con el accionar de la gestión Trump se pudo “prevenir el colapso de un Gobierno, evitar que se volviera a una agenda peronista y de izquierda, y además ganar dinero”.
Críticas
Desde la Argentina, surgen fuertes críticas por el negocio que concretó Bessent y que deberán pagar los argentinos.
El diputado de Unión por la Patria Carlos Castagneto explicó:“1) Bessent trajo dólares.2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, solo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares”. Y le pidió al ministro Luis Caputo que explique públicamente la operación.
Por su parte, el economistaCristian Buteler detalló: “Antes de las elecciones, el Tesoro norteamericano ingresó dólares al mercado cambiario. Los pesos que obtuvo a cambio los colocó en una Letra que rinde intereses. Luego del triunfo electoral de Milei, la ganancia cambiaria ya estaba hecha, pero Bessent no podía retirar los dólares directamente porque eso generaría tensión cambiaria y una suba del precio de la divisa. Por eso se activó el swap de monedas. Esa activación implica que la Argentina se endeuda en dólares con Estados Unidos. Esos dólares provenientes del swap se utilizan para canjear la Letra en manos de Bessent. Al final del día, Bessent hizo su ganancia y el país quedó endeudado por el tramo activado del swap.”
Una economía en crisis y un gobierno en silencio
Lo que el Gobierno no puede explicar es que durante 2025, uno de cada cuatro hogares pidió préstamos y más del 50% compra en cuotas o al fiado. Mientras la City porteña y los especuladores están felices por la baja del riesgo país, la economía real sigue en crisis, con salarios congelados y ventas paralizadas. Pese a todo, la inflación no se detiene y supera el 2% mensual.
Al secretismo del swap con Estados Unidos se suma que el canciller viajó a ese país para firmar otro acuerdo secreto.
Como señala el colega Mariano Martín, ante cada pedido de información sobre política económica, la respuesta oficial es siempre la misma:
- Swap con EE.UU.: confidencial.
- Acuerdo comercial con EE.UU.: confidencial.
- Consejo de Mayo: confidencial.
- Oro al exterior: no informa.
- Repo: no informa.
El Gobierno más opaco de la historia.
Con cada operación “confidencial”, el Gobierno consolida un modelo: endeudarse afuera, ajustar adentro y ocultar todo detrás de la palabra “secreto”. El problema es que, en la Argentina, los secretos siempre se pagan con dólares… y con hambre.
