En medio de la polémica generada por una compra poco transparente, Javier Milei encabezó este sábado el acto de presentación oficial de la flota de aviones F-16 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
Durante el acto, el presidente remarcó que “cientos de miles de argentinos pudieron mirar al cielo y ver por primera vez a sus ángeles protectores surcando el cielo”, al referirse a los nuevos cazas. Repitió que la jornada “es histórica” porque, según dijo, “a partir de hoy todos y cada uno de nosotros estará un poco más seguro”, y remarcó la necesidad de volver a reforzar la estructura y armamento de nuestras fuerzas militares. “Los gobiernos anteriores nos habían dejado indefensos”, agregó.
Al presentar la flota, Milei subrayó que “después de una larga espera” finalmente el país tiene “los primeros seis aviones de combate F-16”. Afirmó que “esta importante inversión en armamento militar fortalecerá a la Fuerza Aérea”, y que su administración se propone “poner la defensa de la Patria en el lugar que se merece”, con una estrategia sostenida en la reconstrucción de las capacidades militares nacionales.
Como no podría ser de otra manera, también disparó de manera descalificadora contra el kirchnerismo: “Para ellos, soberanía significa una gran villa miseria decorada con banderines de Argentina”.
Lamentables imágenes del presidente argentino subido a uno de los F-16 comprados en plena crisis sanitaria.
— El Prensero (@El_Prensero) December 6, 2025
Millones gastados mientras reaparecen el sarampión y la sífilis. Recursos que deberían ir a vacunación, no a shows militares que no resuelven nada. pic.twitter.com/EhXoPT6f7p
La venta se realizó en cooperación con los Estados Unidos, que autorizó la transferencia de aviones F-16 de producción estadounidense. Luego de estos aviones que llegaron en estos días, habrá otras 6 aeronaves en cada mes de diciembre hasta el año 2028, lo que llevará el total a 24 aviones. El costo total es por 340 millones de dólares, aunque, contando armamentos y otros costos, el contrato podría ascender a más de 900 millones, una cifra que, para un país cuyo presidente asegura que “no hay plata”, resulta, al menos, llamativo…
El ahora ex ministro de Defensa, Luis Petri, fue el artífice de la compra de los aviones caza de en el marco de una operación poco transparente. Electo diputado por Mendoza en las elecciones de octubre, ahora deja el gabinete nacional.
En el acto, no pasó desapercibida la presencia del embajador estadounidense Peter Lamelas en Río Cuarto, lo que fue visto como la ratificación de la importancia que jugó el aval de la Casa Blanca a la Argentina durante todo el proceso de adquisición de las aeronaves, ya que se debió aprobar la transferencia de tecnología militar de origen estadounidense desde Dinamarca, proporcionando además 40 millones de dólares en financiamiento para ayudar a cubrir el pago inicial del paquete a Dinamarca.
Las compras son cuestionadas por la oposición. “Se decidieron por el alineamiento automático con Estados Unidos”, se quejó el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi. “La oferta china tendría que haberse analizado mejor porque tenía más financiamiento, pero era imposible que Milei compre aviones chinos que, además, eran más baratos y tenían una mejor financiación, además de que eran nuevos”, planteó el ex funcionario.
De acuerdo con datos de Lockheed Martin, hay unos 3.100 F-16 en servicio en todo el mundo, y su versión más avanzada —que aún se produce— es el F-16 C/D block 70/72. Según su fabricante, se trata del “caza de cuarta generación más avanzado jamás construido y aporta un nuevo nivel de capacidad a las fuerzas aéreas de todo el mundo”.
Los F-16 A/B block 10/15 comprados por Argentina son más modestos y, sobre todo, más viejos: Dinamarca recibió su flota de F-16 entre 1980 y 1985, por lo que estamos hablando de una antigüedad de entre 40 y 45 años.
En tanto, el general Carlos Presti asumió finalmente como ministro de Defensa, y el balance de la gestión de Luis Petri –que ahora pasa a ser diputado– revela características de la política de defensa de Javier Milei: un sometimiento a la voluntad de Estados Unidos, una motosierra que genera daños colaterales y una inédita oportunidad para la llamada “familia militar”, que tiene un temerario aval oficial para volver a inmiscuirse en la discusión pública.
Presti fue ungido como ministro luego de que Petri encabezó este sábado junto a Milei un show público para recibir la primera tanda de aviones F-16 usados. El ministro saliente montó una espectacular propaganda toda la semana en redes sociales que coronó hoy: las naves de guerra sobrevolaron el Obelisco y la Casa Rosada.
Ahora, Milei está dando señales de un renovado interés en el equipamiento de las Fuerzas Armadas: además de los F-16, se compraron aviones de control y vigilancia Lockheed P-3C Orion para la Armada, vehículos de combate Stryker para el Ejército y el Gobierno está a la búsqueda de procurar submarinos franceses (no opera este tipo de buque tras la trágica pérdida del ARA San Juan, que desapareció en 2017 con sus 44 tripulantes a bordo).
Todavía no está claro qué piensa hacer Argentina con este nuevo equipo militar, más allá de la intención, como señaló el comunicado del Ministerio de Defensa, de restaurar capacidades perdidas.
