Mientras el gobierno nacional profundiza el ajuste, avanza contra los derechos laborales, la inflación no cede, la carne se volvió un lujo y la jubilación mínima no alcanza los 350 mil pesos, el PJ bonaerense vuelve a mirar hacia adentro. En ese contexto, Máximo Kirchner, presidente del partido, decidió convocar al Consejo Provincial para activar la elección de autoridades, una jugada que reaviva tensiones largamente contenidas.
La reunión fue convocada para el viernes 19 de diciembre a las 14 horas, en la Casa de la Cultura y el Arte de Malvinas Argentinas, distrito gobernado por Leonardo Nardini. En el orden del día aparece un punto central y excluyente: la convocatoria a elecciones partidarias.
Por estatuto, el llamado debe realizarse con al menos 60 días de anticipación, por lo que los comicios internos quedarían fijados para los primeros meses de 2026, con una fecha tentativa entre fines de febrero y comienzos de marzo. Hasta entonces, Máximo Kirchner y el actual Consejo Provincial continuarán al frente del partido, una situación que quedará formalmente ratificada en el encuentro.
Desde el entorno del titular del PJ confirmaron que la reunión también incluirá un análisis de la coyuntura nacional y un homenaje al histórico dirigente Juan José Mussi.
El kicillofismo toma distancia, pero no se corre
Desde el sector que responde al gobernador Axel Kicillof optaron por el silencio público, aunque en privado dejaron en claro que no se trata de una pelea menor. El kicillofismo no impulsará al gobernador para presidir el PJ, pero tampoco está dispuesto a ceder el control partidario sin discusión.
“Estamos pensando en un armado nacional para 2027, pero no vamos a regalar el espacio”, advirtió un dirigente clave del Movimiento Derecho al Futuro. En ese marco, el nombre que aparece con más fuerza es el de la vicegobernadora Verónica Magario, a quien consideran la figura que mejor expresa la gestión provincial y el anclaje territorial, especialmente por su pertenencia a La Matanza, el distrito más grande del país.
La postura fue respaldada por Carlos Bianco, quien afirmó en Radio La Red que Magario es quien “mejor representa los intereses del Ejecutivo provincial”, dejando en claro que el kicillofismo también quiere jugar fuerte en la interna.
Más aspirantes y un tablero que se mueve
La disputa no se agota ahí. Desde el Movimiento Evita, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, ya blanqueó su intención de competir: “Yo quiero ser presidenta del PJ”, lanzó sin rodeos.
En La Cámpora, en tanto, sostienen que Máximo Kirchner no tenía intenciones de continuar al frente del partido y que no habrá definiciones concretas hasta febrero. Del lado del gobernador aseguran que seguirán el proceso con atención, aunque aclaran que Kicillof tiene otra prioridad: recorrer el país y construir una alternativa nacional frente a las políticas de hambre del gobierno libertario.
La discusión formal es partidaria, pero el trasfondo es político y estratégico: quién conduce el peronismo bonaerense en el momento más crítico del país. Mientras Milei ajusta, endeuda y empuja a millones a la pobreza, el PJ vuelve a debatirse entre liderazgos, territorios y proyectos.