En llamas. Así están los radicales luego de que la gobernadora María Eugenia Vidal le propusiera renovar su banca en el Congreso Nacional a Ricardo Alfonsín desconociendo los pedidos de la UCR para que ese centenario partido tenga de mínima tres lugares en las listas legislativas de Cambiemos para octubre. Alfonsín agradeció la propuesta pero contestó que no estaba dispuesto a ir por la reelección.
La difusión del encuentro reservado y, sobre todo, la actitud de la Gobernadora generó un profundo malestar en el radicalismo. Sus dirigentes, incluso el propio Alfonsín, ya venían renegando a cuenta ante la posibilidad de que el neurocientífico Facundo Manes fuera incluido en la nómina de diputados e imputado a uno de los tres lugares que reclama en esa nómina el centenario partido.
La oferta de Vidal a Alfonsín, en forma directa y sin intermediarios, terminó por profundizar el malestar. “Está ninguneando al partido”, bramaban ayer varios dirigentes de la UCR e insistían en que los nombres que surjan “tienen que ser definidos por la estructura partidaria”.
El pedido de los radicales fue canalizado hace varias semanas al jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y fue muy concreto: tres lugares en la lista a repartir entre los sectores con más influencia en el partido: el que lidera el vicegobernador Daniel Salvador, el alfonsinismo y el grupo que se referencia con Ernesto Sanz. También quieren, claro, lugares en las listas seccionales para ocupar bancas en la Legislatura.
Pero la gestión privada de Vidal para convencer a Alfonsín no sólo desconoce ese pedido radical sino que también deja en un lugar incomodísimo a Salvador, presidente de la UCR bonaerense. Frente al rechazo del dirigente, la gobernadora habría subido la apuesta y le habría propuesto desembarcar en una embajada, oferta que también fue rechazada. Todo esto ocurrió luego de la comentada foto de Alfonsín con el intendente de San Martín y uno de los operadores de Florencio Randazzo, Gabriel Katopodis.
En este clima de extrema tensión, los negociadores radicales volverán a reunirse la semana que viene con Salvai. Los que irán a la carga, además de Salvador, son el alfonsinista Carlos Fernández y el diputado cercano a Sanz, Maximiliano Abad.