Obispos, curas villeros y organizaciones sociales denunciaron una campaña “brutal” contra el papa Francisco y organizaron una misa para “repudiar” los ataques contra el pontífice, que se realizó hoy en la Villa 21 del barrio porteño de Barracas.
La celebración eucarística coincidió con el Día del Pontífice, por lo que los organizadores llamaron a unirse en oración por las intenciones del Papa e invitaron a realizar una “reflexión madura” sobre los gestos y los mensajes de Jorge Bergoglio.
“Mientras el papa Francisco levanta su voz en un esfuerzo para preservar la vida de los más débiles y cuidar a la madre tierra, poniendo límites a tanta locura, no casualmente se ha desatado, en especial en nuestro país, una brutal campaña en su contra con ataques de todo tipo”, advirtieron las organizaciones convocantes.
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, reclamó en un mensaje una lectura en clave pastoral de las palabras y gestos del Papa, al asegurar que “las interpretaciones políticas de sus actos nos llevan a perdernos en un laberinto que diluye su sentido y lo hace incomprensible”.
El prelado reconoció que “a muchas personas les han parecido ciertas actitudes del Papa injustas y han sentido bronca y enojo”, por lo que propuso “una reflexión madura sobre lo que implica la misericordia que pueda ayudarlos a sintonizar el lenguaje de los gestos”.
Di Paola, el sacerdote al que Bergoglio protegió luego de que fuera amenazado de muerte por grupos narcos, denunció también que hay “en algunos medios poderosos de comunicación, una especie de campaña contra el papa Francisco”.
“A nosotros no nos pueden venir con un verso ninguno de los que hoy hablan mal del papa Francisco”, aseveró, y agregó: “Nosotros lo sabemos, pero el pueblo también lo sabe. Porque el pueblo se siente totalmente ligado a sus opciones, a sus invitaciones, a sus signos, a sus gestos, que nada tienen que ver con el individualismo, con el egoísmo que pregonan sus enemigos”.