La misión será encabezará por el encargado del FMI para la Argentina, Roberto Cardarelli, y su trabajo se extenderá hasta el 30 de septiembre, momento para el cual se espera también la presencia en el país del auditor regional del Fondo, Alejandro Werner.
Durante los 12 días de permanencia, los auditores dialogarán con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay; y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Esta misión que realizará la revisión del Artículo IV, tal es el nombre de revisión de las cuentas públicas, será la primera que se realiza desde 2006, cuando el gobierno de Néstor Kirchner decidió suspenderla tras el pago de la totalidad de la deuda con el FMI.
Fuentes oficiales estimaron que después de la revisión, es posible que se levante la “Moción de censura” que pesa sobre el país desde principios de 2013 por la distorsión de los datos de crecimiento económico e inflación.
El propio director del Indec, Jorge Todesca, destacó la buena relación que el organismo tiene ahora con el FMI y la adopción de métodos estadísticos similares a los que utilizan los principales países del mundo para medir las variables económicas.
Prat Gay explicó en diversas oportunidades que este regreso de la misión del FMI “es un paso más hacia la normalización” de la economía argentina.
La revisión de las cuentas, además de cumplir con los requisitos del organismo, del cual el país es miembro, le permitirá al Gobierno encarar nuevas negociaciones con otros organismos internacionales, como el Club de París.
La imagen que dejó Cardarelli en Buenos Aires, al menos en apariencia, fue inmejorable según fuentes del gobierno de Macri. El actual jefe de la División Norteamérica del Departamento Hemisférico Occidental fue elegido personalmente por Lagarde para atender el caso argentino. En diciembre del año pasado, este diario informó que el italiano venía monitoreando los datos del país y que se sorprendía porque la Argentina no tenía habilitado el llamado Artículo IV.
A fines de 2015, Cardarelli reclamaba al país una devaluación, una reforma de fondo del INDEC, acordar con los acreedores y fondos buitre y equilibrar el déficit fiscal para que el país vuelva a ser tomado en serio en los mercados financieros internacionales. En teoría, el 80% de esa tarea estaría terminada. Restaría el desequilibrio entre ingresos y gastos. Confía Prat Gay que para octubre este problema estaría encarrilado.