En la Casa Rosada están desesperados y con razón. Miran las encuestas en la provincia de Buenos Aires y no lo pueden creer. La mayoría de la población votará el próximo año al peronismo y especialmente a Cristina Kirchner si decide presentarse. Hasta hace dos meses estaban convencidos que un grupo de intendentes junto a Florencio Randazzo iban a participar por afuera del peronismo, con lo cual, si había dos listas, Cambiemos tenía chances seguras de ganar los comicios del próximo año.
En una reciente encuesta de la consultora Dicen, una fórmula de Cristina-Scioli está en 42 puntos de intención de voto sobre el 23% de Elisa Carrió y el 22% de Sergio Massa. Las encuestas que menos lo favorecen al peronismo le dan 35 puntos, siempre primeros.
La reunión de medio centenar de intendentes en la ciudad de Lobos confirmó el peor escenario para Macri: Nadie irá por afuera. El medio centenar de jefes comunales confirmaron que si no hay lista de unidad habrá PASO con sistema electoral D’hondt, lo que permite al que sale segundo poder meter sus legisladores.
A partir de ese panorama de unidad del peronismo, el gobierno nacional, el partido Judicial y los medios hegemónicos decidieron salir a pedir la cárcel para la ex presidenta Cristina Kirchner. Denuncias judiciales contra Daniel Scioli y varios intendentes, entre ellos Patricio Mussi y Julio Pereyra sin olvidarse de la presión sobre la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, con la idea de dividir en cuatro el territorio matancero.
La ex presidenta fue clara en las últimas horas cuando habló con la prensa, luego de pedir la nulidad de una causa en los tribunales de Comodoro Py. Cristina denunció “una maniobra formidable de persecución política y hostigamiento mediático”. Al ser consultada sobre si el macrismo quería apartarla de la carrera electoral, Cristina Kirchner no dudó: “Buscan proscribirme, lo dicen claramente los dirigentes opositores; alguna denunciadora profesional de la oposición lo dice directamente. Yo creo que buscan la proscripción de un movimiento político”.
El ex candidato presidencial Daniel Scioli también ha sido denunciado por Elisa Carrió por “enriquecimiento ilícito” y su ex jefe de Gabinete Alberto Pérez, fue llamado a indagatoria por “defraudación administrativa”.
En los pasillos de la Casa Rosada afirman que si Florencio Randazzo se presenta a jugar la interna lo esperan también con varios carpetazos. Hace unos días, el juez Claudio Bonadío proceso a empleados del ministerio del Interior por “defraudación contra la administración pública” y “lavado de bienes de origen delictivo”.
Volviendo a la arena política, el ex gobernador Scioli comenzará a mediados de noviembre, cuando se cumpla un año del debate presidencial, a recorrer la provincia con un video que explicará todas las falsas promesas de Macri en el debate. La idea es recorrer Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes, Merlo, San Martín, San Isidro, Tigre, San Nicolás, Pergamino, Bahía Blanca, Guaminí, Tandil, Mar del Plata, Pehuajó, Lincoln, Bolívar, Olavarría en una primera etapa y continuar por todo el territorio bonaerense.
Por su parte, Florencio Randazzo, está reuniéndose con intendentes y prometió que en diciembre lanzará su candidatura e iría a una interna con Scioli, pero duda si la candidata es Cristina. Esta cerca de los intendentes del Grupo Esmeralda, mantiene diálogo con el Movimiento Evita y tiene en sus planes armar formula con Julián Domínguez
Si la ex presidenta es candidata es difícil que nadie en el peronismo vaya a una interna, pero si Cristina decide no jugar o ir por Santa Cruz, el candidato del kirchnerismo y el peronismo más tradicional será Scioli acompañado por algún intendente kirchnerista o legisladora como Juliana Di Tullio.
Sin lugar a dudas, el encuentro de Lobos fue clarificador de trabajar en la unidad y dejar de lado los llamados subgrupos como Esmeralda, Fénix o Establo. Por ejemplo, Mariano Cascallares participó del acto de Néstor Kirchner en Villa Palito junto a Máximo Kirchner y Leonardo Nardini estuvo ayer en Comodoro Py respaldando a la ex presidenta.
Hoy ya nadie duda que el gobierno de Cambiemos viene por el peronismo. El presidente fue claro: “Hay que ganar como sea el próximo año la provincia de Buenos Aires”. El “como sea” da miedo.