“Al miedo se lo alimenta, se lo manipula… El miedo nos debilita, nos desequilibra, destruye nuestras defensas psicológicas y espirituales, nos anestesia frente al sufrimiento ajeno y al final nos hace crueles. Cuando escuchamos que se festeja la muerte de un joven que tal vez erró el camino, cuando vemos que se prefiere la guerra a la paz, cuando vemos que se generaliza la xenofobia, cuando constatamos que ganan terreno las propuestas intolerantes; detrás de esa crueldad que parece masificarse está el frío aliento del miedo… la brecha entre los pueblos y nuestras formas actuales de democracia se agranda cada vez más como consecuencia del enorme poder de los grupos económicos y mediáticos que parecieran dominarlas”. La frase no pertenece a la ex presidenta Cristina Kirchner, lo dijo el sábado el Papa Francisco frente a miles de dirigentes de movimientos sociales.
Día tras día, los columnistas de los medios hegemónicos insisten con el odio hacia Cristina, con la presión brutal para que sea encarcelada y la necesidad de romper al peronismo de la provincia de Buenos aires para que pueda ganar Cambiemos.
La política del miedo la ejercen diariamente contra el peronismo, excepto con aquellos peronistas dóciles que le votan todas las leyes al gobierno nacional. Hay desde hace meses una campaña brutal para dividir al peronismo y derrotarlo en las urnas del próximo año. Saben en la casa Rosada que una derrota del oficialismo les quita chance para las presidenciales de 2019. Y lo más importante: institucionalizar el ajuste que implicará recortar leyes laborales, vender empresas como Aerolíneas o YPF y seguir endeudando el país.
Los nervios en Cambiemos llegaron a la gobernadora María Eugenia Vidal. En una reunión del PRO en Pilar afirmó que a “todos esos que formaron parte de ese viejo sistema, que empiecen a preocuparse, porque ya les va a llegar la Justicia”. “Esos” son los dirigentes del peronismo que lograron en las pasadas elecciones el 49% de los votos.
Nadie niega la buena imagen de Vidal en la provincia, pero las elecciones serán nacionales y se discutirá el modelo económico de Macri. Por ahora no hay candidato definido en Cambiemos: Elisa Carrió, Jorge Macri y Esteban Bullrich, aunque ninguno mide demasiado, de allí que tanto el presidente como la gobernadora se pondrán la campaña al hombro.
Por ahora, en todas las encuestas Cristina gana ampliamente, pero hasta mediados de junio del próximo año nadie sabrá si será de la partida. Mientras tanto seguirá recorriendo la provincia. El jueves estará en la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela dialogando con estudiantes.
Por su parte, Daniel Scioli presentó su documental sobre el Debate con Macri en Crónica TV y lo llevará a cada rincón de la provincia. El jueves lo presentará en Moreno junto al intendente Walter Festa. Luego de Cristina es el dirigente del peronismo que más mide, de allí que aparecieron las denuncias del partido judicial sobre su gobierno. Hoy declara Alberto Pérez, su ex jefe de Gabinete.
Por su parte, Florencio Randazzo, sigue dialogando con algunos intendentes del Grupo Esmerada y promete presentarse a internas para enfrentar a Cristina o Scioli. En los últimos días ha empezado a tirar puentes con algunos dirigentes peronistas del massismo como Felipe Solá, Alberto Fernández y Héctor Daer, de la CGT y diputado massista. Sabe que los dirigentes del Frente Renovador están muy molestos con la alianza de Sergio Massa con Margarita Stolbizer, una dirigente profundamente antiperonista.
Hablando del Frente Renovador, el más preocupado es Massa. Percibe que la pelea del año próximo será entre oficialismo y oposición y en ese camino esta Cambiemos y el peronismo. Nada quedará de la “ancha avenida del medio” que tanto predicó el tigrense. Massa, si los números no le dan el próximo año, dará un paso al costado y jugará a Malena Galmarini junto a Stolbizer.
La campaña del odio y el miedo continuará día tras día sobre el peronismo y especialmente contra Cristina a la que presionan para que no participe el año que viene. Juan Domingo Perón, en Conducción Política, explicaba que “la sorpresa es un principio de la conducción, vale decir, es el factor que nos permite sacar ventada de un momento de inacción que el adversario tiene frente a la propia conducción”. Cristina lo sabe, de allí que seguirá recorriendo la provincia si adelantar hasta el último momento su decisión de ser o no candidata.