El ex candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli, en un extenso reportaje en el diario La Capital de Rosario hace
un balance crítico de los primeros 12 meses de Cambiemos, admite que será postulante en 2017 y dijo que la sociedad se dejó llevar por la palabra “cambio”. En el dia de hoy participara
de un acto a las 18, en el Paseo Néstor Kirchner, ubicado en Sargento Cabral y el Río, que es convocado por La Corriente y La Cámpora, entre otras agrupaciones K.
El reportaje completo:
—A punto de cumplirse un año de la gestión de Cambiemos, ¿cómo es su balance?
—El gobierno tomó el camino del endeudamiento, del deterioro de los sectores productivos. Esto se ve reflejado en indicadores como el desempleo, la caída en el comercio, la construcción y la industria. El gobierno tenía la convicción de que devaluando se iba a lograr más competitividad, pero eso no se logró. Creía que pagándoles a los fondos buitre iban a llegar más inversiones, pero eso tampoco se logró. Por todo este contexto, un sector financiero vinculado a la especulación está aprovechando las circunstancias alrededor de las Lebac en lugar de integrar el sistema financiero al desarrollo productivo del país.
—¿Tiene ejemplos para demostrar esta visión tan negativa que usted tiene?
—El ejemplo se ve reflejado en Rosario, por medio del cierre de comercios, la baja de la actividad económica. Ahí deberían estar las políticas públicas para apuntalar a sectores como el de la construcción, o defender a la industria local de la dinámica importadora que se lleva adelante desde que asumió este gobierno hace un año.
— ¿El gobierno empeoró lo que encontró del anterior proceso político?
—El gobierno agarró una agenda que tiene que ver con el ajuste, pro mercado, pensando que desde ese lugar se iban a solucionar los problemas pendientes, pero eso no sucedió ni sucederá porque es una vieja receta del pasado que no funcionó ni en Argentina ni en otros países. Fíjese que en otros lugares están repensando políticas muy activas para los sectores vinculados a la industria y el trabajo. Yo había planteado la agenda del desarrollo, la segunda etapa de la reindustrialización y no tomar este camino. A un año de que asumió este gobierno ya hay una tendencia muy marcada sobre el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores.
—El presidente, durante una entrevista con este diario, calificó su primer año de gobierno con un ocho. ¿Qué calificación le pondría usted?
—Yo soy respetuoso de la investidura presidencial, no quiero calificarlo. Sí le voy a decir algo: la gente no tiene la misma sensación que Macri respecto de esa calificación.
—¿La gente no cree que Macri merezca un ocho?
—No. No cree hoy eso. Más que nada por los resultados de la política económica que está llevando adelante. El comercio, la gastronomía, la industria tienen índices malos. En Rosario creció el desempleo en forma notable, porque es una ciudad muy sensible, como Mar del Plata. Cuando hay políticas nacionales en cierta dirección, que ya se han probado, la gente queda muy vulnerable y la clase media lo sufre.
—Cuando dice que Macri prefirió direccionar políticas, ¿específicamente a qué se refiere?
—El gobierno ha tenido otras prioridades: sector financiero, mineras, sectores concentrados con la soja. La competitividad había que lograrla vía los costos de logística, la ciencia y la tecnología; cuestiones vinculadas al crecimiento productivo.
—Usted está en el medio de un problema judicial. Lo denunciaron por contrataciones supuestamente irregulares de vuelos privados…
—Yo voy a dar esas respuestas en los ámbitos correspondientes, soy respetuoso de lo que debe ser la independencia de los poderes y trato de poner las cosas en su lugar. Tengo una denuncia y sobre eso respondo.
—Pero leí que usted sostenía que se trataba de una maniobra para tapar la realidad económica…
—Muchas veces se potencian algunas cuestiones para eclipsar otras. Pero la gente tiene su pensamiento propio, ha madurado, percibe las cosas, las diferencia y saca sus conclusiones. En ese sentido es que debe interpretarse lo que dije. Quieren eclipsar cuestiones de la agenda para darle dimensión a otros aspectos que forman parte de mi vida personal. Pero siempre fui respetuoso.
—¿Le preocupa el final de estas investigaciones en contra suyo? Además, su ex jefe de Gabinete, Alberto Pérez, tiene prohibido salir del país…
—Le repito: todos estamos dando las explicaciones correspondientes en la Justicia, y no quiero agregar más. No quiero mediatizar cuestiones judiciales que hay que responder en los ámbitos correspondientes.
—Dijo recién que buscan darle dimensión a “aspectos que forman parte de su vida personal”. ¿Cómo recibió la repercusión de su viaje a Punta Cana con una modelo?
—Fui invitado por Julio Iglesias, que es un amigo de 30 años, y que hace poco estuvo en Rosario. Julio es un íntimo amigo mío. Tengo la suerte de tener amigos en todas parte del mundo, que siempre son muy considerados conmigo. En este caso me invitó él. Sobre si es una pareja o una amiga, son cuestiones de mi vida personal. Fui con otro matrimonio, que lleva 24 años, y él es médico hace 48 años. Lo digo con toda claridad.
—¿Va a ser candidato en 2017?
—No voy a ser indiferente, pero tengo que decidir desde qué lugar voy a colaborar para defender mis ideas y, en definitiva, a la gente de lo que será la segunda etapa del ajuste. Hubo un modelo económico con pujanza productiva, y el otro es un modelo de ajuste, libre mercado, apertura de importaciones y salarios bajos.
—¿Va a estar electoralmente al lado de Cristina?
—Están las ideas, acá no se trata de personas. Todos quieren acelerar los tiempos electorales, el propio gobierno habla y hace encuentros sobre estrategia electoral. Yo estoy trabajando en todo lo que hice referencia.
—¿Está conforme con el rol que lleva adelante el peronismo como opositor a Cambiemos?
—Se publicó por estas horas un documento del partido llamando a defender el trabajo, haciéndonos eco de lo que se refleja en las provincias con suspensiones, despidos y persianas bajas. El peronismo tiene el desafío de recrearse, renovarse y generar confianza.
—¿Cuál es el motivo del acto de hoy en Rosario?
—Es para agradecer a los que me acompañaron, que saben de mi compromiso con Rosario. Quiero dejar mi gratitud y contar mi experiencia. El 4 de diciembre de 1989 en Rosario me salvaron la vida. El acto tiene como eje central el debate presidencial de 2015. Muchos decían que la mía era la campaña del miedo, pero me reconocen que lo que decía era verdad. La campaña pasó, la gente votó y ahora hay que mirar para adelante.
—¿Pese a la buena imagen del presidente en las encuestas, usted cree que mucha gente está decepcionada con Macri?
—Mucha gente se dejó llevar por la palabra “cambio, cambio” y hoy está sorprendida.
—¿El 2017 es crucial?
—Hay que desdramatizar, pero sí es importante para que la ciudadanía evalúe y tome posición. La gente va a votar en defensa propia, para defenderse de los avances de este ajuste.