Durante un año, Isela Costantini chocó con el ministro de Transporte Guillermo Dietrich y el vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui, ex CEO de LAN, empresa extranjera que aspira con quedarse con las principales rutas de Aerolíneas Argentinas. Los funcionarios presionaron a la titular para que hiciera un recorte de shock en la empresa y no gradual como se lo había propuesto Constantini y finalmente la despidieron.
En los últimos tiempos había bronca en Aerolíneas con la decisión del gobierno de aceptar las incursiones de las aerolíneas low cost como la colombiana Aviancia, que por medio de la compra de MacAir, una empresa de la familia Macri, podrá operar en Argentina a partir del próximo año. “Perjudica a Aerolíneas”, había afirmado Constantini.
En los últimos días, Dietrich cuestionó ante el presidente Mauricio Macri que Constantini amplió el servicio de los colectivos Arbus que traslada los pasajeros entre Aeroparque y Ezeiza a precios mucho más económicos que los de la empresa Manuel Tienda León. Esta última, según se comenta en los pasillos de Aerolíneas Argentinas, fue una de las que aportó fondos para la campaña de Macri en las últimas elecciones. Fue el final. Dietrich la citó a su oficina y le pidió la renuncia en nombre del presidente.
Por estas horas, el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, dijo que Costantini les había manifestado la semana pasada que pensaba seguir en su cargo y que el Gobierno le había dado menos de la mitad del presupuesto que pidió para que funcionara Aerolíneas. Por radio Rivadavia, Biró fue contundente: “Isela Costantini fue echada”. Y agregó: “Estuvimos trabajando la semana pasada con ella y nos había dicho que se iba a quedar e iba a pelear para que le dieran el presupuesto que le habían recortado, pidió $400 millones y le dieron $160 millones, además de beneficios a transnacionales a empresas que compiten con Aerolíneas”.
El gobierno tiene decidido no invertir en Aerolíneas Argentinas. Las opciones son vender rutas, echar empleados y si no alcanza privatizar parte o la totalidad de la aerolínea de bandera.
En la campaña electoral, Macri adelantó que “Aerolíneas Argentinas seguirá siendo estatal”. Una promesa más que no cumplirá.