El ex diputado provincial Guido Lorenzino, una de las espadas de Daniel Scioli en la Legislatura durante los últimos años y hoy un hombre de confianza del intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, ocupará la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Fue uno de los logros del peronismo en la negociación con la gobernadora María Eugenia Vidal por el Presupuesto y el endeudamiento. La Defensoría, nacida en la reforma de la Constitución provincial de 1994 recién se puso a funcionar en el año 2009 y fue ocupada por Carlos Bonicatto, un hombre del oficialismo, cuestionado en ese momento por una regla no escrita, que la Defensoría corresponde a la oposición.
La negociación para el cargo se complicó por la interna del peronismo en las últimas horas, cuando apareció La Cámpora e intentó ubicar en ese cargo a la diputada nacional Fernanda Raverta. Para defender a Raverta se acercaron hasta La Plata los diputados nacionales Eduardo “Wado” de Pedro y Andrés Larroque, quienes chocaron con la postura de los intendentes que habían decidido hace tiempo que fuera Lorenzino.
Cuando las negociaciones estaban estancadas, apareció el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y luego de una charla con Martín Insaurralde inclinó la balanza para que el elegido sea Lorenzino y se le ofreció el primer adjunto para La Cámpora que quedo en stand by ya que no hubo respuesta.
La Defensoría se completará con varios adjuntos: Marcelo Honores del radicalismo, Walter Martello del Frente Renovador y Eduardo “Cholo” Ancona del Movimiento Evita. Queda conocer el segundo adjunto que le corresponde a La Cámpora.