Días pasados el presidente Mauricio Macri afirmó “que la salud me está pasando factura por mi exceso de preocupación por la gente”. Luego agregó que “nunca”se toma vacaciones, “ni sábado ni domingo”. Más allá que los argentinos están al tanto de las numerosas vacaciones que se tomó este último año, por estos días apareció Ángeles Ezcurra, “su sanadora de confianza”, quien manifestó que ella le había recomendado “hacer una limpieza en Olivos para sacar todo lo que dejo Cristina”.
“Me preocupa la salud de Macri y le diría que saque todo lo que Cristina Kirchner dejó en casa de Gobierno y Olivos”, expresó. “Especialmente las flores amarillas, porque para empezar el amarillo es traición. Y encima ella hizo hincapié en eso, ojalá lo haya sacado, si no usemos la nota para decírselo”, contó Ezcurra.
La sanadora new age, explicó en la revista Caras que actualmente no es su “armonizadora espiritual” pero recordó que fue ella quien “limpio” la Bombonera en 1997 y luego vinieron los éxitos de Boca Juniors bajo la presidencia de Macri. Ella recuerda que fue a ” la oficina de Mauricio en Puerto Madero, le expliqué cuál era mi tarea, que trabajo con elementos (agua, sal gruesa y aceite), que se consagran, se canaliza la energía y se utilizan para absorber la mala vibra de los lugares, porque la misma energía que se utiliza en las personas puede aplicarse a lugares físicos”.
No es la única bruja cercana al presidente. Desde Ecuador, Shirley barahona, también se dedicó a realizarle “trabajos de limpieza” a Macri. El mismo Macri lo reconoció el año pasado al afirmar que “la grieta me tomó a mí como uno de los principales victimarios (sic) de esa agresión. Un colaborador me propuso que incorporara a una armonizadora budista, que me iba a hacer bien”, afirmó Macri en julio de 2015. El amigo era Jaime Duran Barba.
A mediados de este año, la sanadora ecuatoriana se instaló en el país y avisó que venía a “mejorar la economía que funcionaria a partir del segundo semestre”. La bruja no acertó en los pronósticos ya que llevamos 12 meses de caída en la industria y el consumo. La sanadora cobra 500 dólares por por “limpiezas” y alrededor de 300 dólares por cursos de Tarot.
No sólo el presidente tiene debilidad por los sanadores y gurues como el indio Sri Sri Ravi Shankar y su El Arte de Vivir. La gobernadora María Eugenia Vidal visitó a principios de diciembre a la salteña María Livia quien afirma que habla con la Virgen María y con Jesús. María Livia es una vidente de Salta que armó un grupo de adoración de la Virgen del Cerro y según sus seguidores hay más de 600 testimonios que hablan de sus “curaciones”. “Muchísimas personas se han curado, muchos ciegos que han vuelto a ver, paralíticos que han caminado, algunas enfermedades gravísimas incurables se han curado… muchísimos testimonios que ya están escritos y guardados en la curia”, dijo la sanadora.
La Iglesia Católica no la reconoce y el mismo Papa Francisco, cuando era el Arzobispo de Buenos Aries , recomendó a los sacerdotes porteños “no celebrar la Eucaristía” en la ermita del Cerro, de la localidad salteña de Tres Cerrillos.
Termina el año con presos políticos, persecución a la ex presidenta Cristina Kirchner y a dirigentes del peronismo, con 40% de inflación, endeudamiento externo, cierres de fabricas, pero el presidente se preocupa por su salud y los consejos de sus “armonizadoras espirituales”.