El presidente Mauricio Macri continúa obsesionado por no poder implementar la boleta electrónica, luego del rechazo en la Cámara de Senadores, por lo cual ordenó a su ministro Rogelio Frigerio que meta mano en el sistema actual de boleta de papel. Por estas horas la Cámara Nacional Electoral (CNE) dispuso una serie de medidas para reforzar el control del escrutinio provisorio el cual, una vez más, se realizará con las listas de papel.
Desde Cambiemos insisten que el sistema actual permite el robo de boletas, de allí que pidieron la Cámara Electoral instale escáneres en los centros de votación para que allí mismo sean digitalizados y transmitidos los telegramas de escrutinio para reducir la posibilidad que haya diferencias entre el computo del escrutinio provisorio y el del definitivo.
Por otra parte, la Cámara Electoral requerirá que el servicio electoral del Correo Argentino -entidad responsable del despliegue y repliegue de los materiales y documentación electoral- instrumente un sistema de trazabilidad en las urnas, padrones y materiales para las mesas de votación.
En la etapa de procesamiento y carga de los resultados, el Correo Argentino deberá habilitar un Centro de Recepción y Totalización de Datos, al cual se les permitirá el acceso a los fiscales partidarios.
El gobierno de Cambiemos espera volver a la carga con la boleta electrónica en el mes de marzo para lograr implementarla en dos provincias: Salta y Capital Federal este mismo año.
El problema del gobierno es que no quiere reconocer que todos los expertos en tecnología han expresado la vulnerabilidad de la boleta electrónica. “El voto electrónico es muy peligroso y no reemplaza la seguridad del papel y el lápiz. Es más, una cuestión más filosófica que tecnológica. Cuando uno vota entiende que el papel es tangible, lo puede cortar; mientras que con el electrónico uno no conoce las partes internas del software”, afirmó el especialista Nicolás Waisman. Por su parte, Javier Smaldone, un desarrollador de software libre señaló que “no hemos encontrado una forma segura que garantice los derechos del votante y que permita usar computadoras en el proceso de votación”. Al presidente, poco le interesa la opinión de los expertos.
Hoy por hoy, luego que a la ministra de Seguridad le hackeran su cuenta de twitter corrobora que el voto electrónico no es seguro de implementar, corriendo el riesgo de un gigantesco fraude por parte del gobierno nacional.