Por Alfredo Silletta. En el peor momento del presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal, desde el corazón de la Jefatura de Gabinete, reflotan junto a los medios hegemónicos y parte de la justicia un nuevo ataque a la ex mandataria y al ex gobernador bonaerense. Hoy lunes declararan Máximo y Florencia Kirchner, mañana Cristina y el 16 Daniel Scioli.
El pánico es mal consejero, pero desde el Gobierno no saben cómo revertir la caída abrupta de la imagen presidencial y de la gestión. Todas las encuestas afirman que Macri está entre el 32 y 38 por ciento de apoyo y con un rechazo de más del 60% a su gestión. En la encuesta de Roberto Bacman, el 67% de los argentinos considera que gobierno sólo “trabaja para los ricos”. La caída del presidente arrastra a la gobernadora Vidal que recibe el apoyo de un 39% y un rechazo que ya llega a un 42% en su gestión.
Febrero fue “too much” como diría la ex presidenta. Todo mal: el escándalo de Obebrecht con Gustavo Arribas y Ángelo Calcaterra, el Correo Argentino, Avianca, la baja de las jubilaciones y los brutales aumentos en la luz, nafta, peajes, transporte, despidos, suspensiones y cierra de fábricas por abrir las importaciones. Marzo comenzó con la falta de futbol, el conflicto con los docentes y la marcha del 7 con la CGT y los movimientos sociales.
El juez Claudio Bonadío junto a Héctor Magnetto habían decidido, para desviar la atención de la marcha de los trabajadores, detener a la ex mandataria o a su hija –Máximo tiene fueros por ser diputado nacional- pero el gobierno se asustó y finalmente el juez de la servilleta, sólo tomará indagatoria.
Paralelamente, Vidal está en su peor momento, luego del traspié por sus vacaciones en México con media provincia inundada y el mal manejo del conflicto con los docentes. Se negó a discutir más del 18% de aumento, amenazas a los dirigentes gremiales y el error de querer incorporar “docentes voluntarios” que, hasta el mismo ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, la desautorizó. Como si esto fuera poco, Elisa Carrió ya aviso que “será” ella la candidata le guste o no a la gobernadora.
En esta situación, el fiscal Álvaro Garganta citó a Daniel Scioli a prestar “declaración informativa” en la causa donde ya proceso a Alberto Pérez y a otros funcionarios de su administración.
En este ataque hacia el peronismo, se suma la socia actual de Sergio Massa, la diputada Margarita Stolbizer que pide a gritos que “detengan” a Cristina o que le impidan participar del comicio electoral.
Mientras tanto, el peronismo trabaja en la unidad para las próximas elecciones. Todavía no se sabe si Cristina será de la partida, lo mismo que Daniel Scioli, ambos por ahora manifiestan que trabajan por la unidad de una gran Frente opositor a las políticas de hambre y ajuste.
¿Que pasa con Randazzo? Alguien muy cercano a círculo del ex ministro señala que habría tenido una reunión con la ex mandataria, aunque la reunión habría sido con Máximo Kirchner. La reunión terminó mal cuando le explicaron que la “unidad es con todos adentro”, en otras palabras, es con Scioli y todos los intendentes, pero Florencio volvió a afirmar que no. Puede haber unidad o PASO, pero hoy tanto Randazzo como Domínguez no miden, por lo cual pocos intendentes jugaran a perdedor. Por ahora solo cuenta con el apoyo del Grupo Clarín que trabaja en crear una cuña en la búsqueda de unidad del peronismo.
Más allá de los nombres del peronismo, el problema del tándem Macri-Vidal no es Cristina o Scioli, sino sus políticas económicas que, por ejemplo, en La Matanza han llevado a que hace un año había 32 mil chicos en los comedores y hoy hay 62 mil, de allí que ante la pobreza y la miseria del plan económico el bonaerense no volverá a votar a Cambiemos.
El gobierno, mientras tanto ya oficializó una modificación al Presupuesto 2017 y asignó 1.986 millones adicionales para publicidad y propaganda oficial. La mentira debe continuar y para eso lo tienen a Jaime Duran Barba.